Cádiz

En el corazón de las obras del 'Juan Sebastián de Elcano': El buque escuela se reforma en Navantia para su centenario

Dentro de las obras del buque escuela 'Juan Sebastián de Elcano' en Navantia San Fernando. / Jesús Marín

"Todos estos remaches son originales, de cuando se construyó en Cádiz, en 1927, que aún se conservan". Óscar de Torres, jefe del proyecto de reforma del Juan Sebastián de Elcano en Navantia, muestra un detalle que deja al descubierto la zona de vida de los cabos primeros de la dotación del buque escuela, ahora totalmente desmontada para someterse a una profunda renovación en la factoría de San Fernando. Por la mañana, el barco es un ir y venir de personal de la dotación y operarios, cada uno con su faena en este completo periodo de obras que mantendrá al velero bergantín en dique seco al menos hasta finales de noviembre. "De momento somos unas 60 o 70 personas pero todavía no estamos en el momento culmen", explica De Torres, mientras Diario de Cádiz hace un recorrido completo. El ritmo es intenso.

Los espacios donde conviven, duermen y descansan marinería y cabos primeros se van a renovar por completo y están con la estructura del buque a la vista. Nuevas distribución, nuevos baños, nuevas literas, taquillas,... "Por supuesto se conserva el estilo de madera tradicional del buque, pero es combinar ese espíritu con la modernidad y comodidad", explica el alférez de navío Carlos Celedonio Ameyugo Fernández del Campo, que enumera todo lo que se va a hacer antes de que el buque parta para su XCV Crucero de Instrucción, que tiene previsto comenzar en enero de 2023.

Por eso nos traslada hacia popa, donde ya está claramente a la vista que algo falta. El Elcano está desde el pasado 16 de septiembre sin el palo mesana, el cuarto de sus mástiles, que será sustituido. Y allí, traspasando varias cubiertas hasta llegar a justo la superior de la cámara de máquinas, ha dejado un gran agujero redondo, tapado con una lona azul para que no caiga nada, donde se volverá a colocar el nuevo. "Desde el 1993 no se cambiaba un palo en el barco, que precisamente fue este mismo, que tiene la curiosidad que hace de tubo de escape. El pasado 16 de septiembre se realizó una impresionante maniobra, muy laboriosa y muy bonita de ver, donde hubo que coordinar a muchísima gente, porque el palo no cae recto si no con inclinación de cuatro grados", cuenta el oficial mientras señala como a babor, ya en suelo firme, están trabajando en el nuevo, que se colocará ya una vez a flote.

Operarios trabajando en el nuevo palo mesana. Operarios trabajando en el nuevo palo mesana.

Operarios trabajando en el nuevo palo mesana. / Jesús Marín

El agujero que ha dejado la retirada del palo de mesana. El agujero que ha dejado la retirada del palo de mesana.

El agujero que ha dejado la retirada del palo de mesana. / Jesús Marín

Esta destacada labor comenzó al día siguiente de la Revista Naval en Sanlúcar que presidió el Rey. La dotación realizó el desvestido del palo (trabajo consistente en quitar toda la jarcia, es decir, estachas, cabos, elementos móviles, etc. a mano) y la retirada del mastelero y una semana después se extrajo el macho que es "una labor conjunta que ha combinado los modernos avances técnicos, como las inmensas grúas utilizadas, medición de parámetros como el ángulo de caída del palo, etc., con la forma más tradicional de desvestirlo a mano", apunta el comandante de Elcano, el capitán de navío Manuel García Ruiz. "Hay que explicar que el palo no es una estructura única, sino que está compuesto por dos, la principal y más gruesa, el macho, y un mastelero adosado en la parte superior". "Está claro que esta sustitución es un reto, tanto para la dotación como el personal de Navantia y las empresas auxiliares y está suponiendo una auténtica demostración de buen trabajo y profesionalidad por parte de todos los implicados", tienen claro desde el mando de Elcano.

Un plan con vista al centenario

Pero las obras especiales de este año no serán las únicas. Durante los tres años siguientes se irán renovando los otro tres palos y se "contempla la modernización, actualización y renovación de todos aquellos elementos que por obsolescencia, desgaste o seguridad deben ser cambiados". Todo esta dentro de un "ambicioso plan", añade el comandante, para que el velero celebre su centenario, "un hito que estamos deseando celebrar en la Armada" y "en las mejores condiciones posibles".

Y es que "el objetivo que la Armada persigue y en el que Navantia está trabajando conjuntamente está enfocado a que en el año 2027 el barco cumpla 100 años en perfecto estado de distintas cosas", explica el jefe de proyecto de la reforma de Navantia. "Una, la estructura del buque como elemento de resistencia, para que pueda seguir navegando perfectamente, y dos, la mejor de la calidad de vida de las personas a bordo. Por eso esta mejora de los camarotes para también de la cocina, de la despensa frigorífica, ...".  La tercer parte sería modernizar completamente los cuatro palos, "que al fin y al cabo en el sistema principal de propulsión de este buque y que le da su característica más importante". 

La zona de habitabilidad de los cabos, que está renovando por completo. La zona de habitabilidad de los cabos, que está renovando por completo.

La zona de habitabilidad de los cabos, que está renovando por completo. / Jesús Marín

Así, en esta entrada en el dique, ya se ha desarrollado el mantenimiento programado del motor principal y los aerogeneradores diésel. Además del nuevo palo mesana, se va a continuar las obras de mejora estructural del buque, con la revisión, saneado y reparación de un tramo del casco de la tercera sección. El barco está dividido en cuatro secciones, de las cuales las dos primeras, situadas a proa, fueron acometidas el año pasado. Con esto se mejorará la seguridad, estanqueidad y robustez. El otro bloque fundamental de obras consiste en la mejora, modernización y adecuación de los espacios de habitabilidad (sollados) del personal de marinería y cabos primeros. Esto va a incluir cambios en la distribución, de forma que sea más racional, y una mejora en los sistemas de climatización, conexiones, etc. "Se unirán muchas otras obras menores pero necesarias para mantener la operatividad del barco", manifiesta García Ruiz.

En las siguientes varadas, con un mástil nuevo en cada una de ellas, se continuará con las actuaciones de renovación del acero de la obra viva y, de forma continuada, se incorporan o actualizan equipos electrónicos para proporcionar seguridad en la navegación. "Todo esto sin dejar de lado las obras de mejora de la habitabilidad y calidad de vida de la dotación, que van desde las actuaciones en los sollados hasta ampliaciones de la capacidad de almacenamiento de material y víveres".

Hasta antes de su siguiente crucero de instrucción en el próximo mes de enero, "casi seguro hasta el día que tengan que salir", apunta De Torres, se estarán dando retoques al buque que afronta ya su viaje 95 y que se está preparando para navegar al menos hasta el cien.

Revisión de la estructura del buque en el dique. Revisión de la estructura del buque en el dique.

Revisión de la estructura del buque en el dique. / Jesús Marín

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