El obispo emérito de Cádiz y Ceuta ya descansa en la Catedral de Cádiz, como él siempre quiso. Este mediodía se ha oficiado en el primer templo de la ciudad el entierro de Antonio Ceballos, que falleció el pasado miércoles a los 87 años tras no superar un ictus que sufrió el martes y que se sumaba a los problemas que padecía de una salud cada vez más delicada.Los restos de Ceballos han sido depositados en la Catedral, a donde fueron trasladados el jueves desde Jaén, ciudad en la que residía tras retirarse de la vida pública en 2011.

A las once de la mañana quedaba clausurada la capilla ardiente de la Iglesia de Santiago para proceder a su traslado a la Catedral, donde, a las doce del mediodía, daba comienzo el funeral y la misa corpore insepulto.

Muchas personas se quedaron a las puertas de la seo gaditana ante la imposibilidad de acceder a ella debido a la gran afluencia de fieles que asistieron al funeral. Con el féretro presidiendo el altar mayor, sacerdotes, obispos como el de Jaén, monseñor Sebastián Chico Martínez; el de Huelva, monseñor Santiago Gómez Sierra; y el arzobispo emérito de Sevilla, monseñor Juan José Asenjo Pelegrina; así como autoridades civiles y militares, y numerosos fieles estuvieron presentes en la ceremonia.

El Obispo de Cádiz y Ceuta, monseñor Rafael Zornoza, recordó brevemente la figura de su antecesor y la labor pastoral que realizó en la diócesis, destacando su apertura a la nueva evangelización, el Sínodo diocesano convocado en el año 2000, su atención a los pobres y su impulso a la pastoral de migraciones. “Aquí, en su casa, en la Diócesis de Cádiz y Ceuta, sabemos que dejó lo mejor de sí mismo. Entregó su propia persona y su vida, por lo que siempre le tendremos presente con gratitud y con verdadero cariño”, dijo.

Así, Zornoza dio gracias por la vida y el ministerio de Antonio Ceballos, del que afirmó que era “un hombre humilde de verdad, enormemente bondadoso, que ha dejado por donde ha pasado un rastro de vida evangélica y de pastor bueno, entregado a todos, siempre orante, de una piedad profunda y sincera. Ha sido un hombre de Dios, cuyo ministerio sólo puede entenderse desde la clave y la lógica evangélica del servicio. Lo decisivo para nosotros es saber que ha representado a Cristo, ha sido su sacramento. Su corazón estaba en Cristo, Jesús y en María, la Virgen”.

Por último, el prelado afirmó que “el testamento que nos deja Don Antonio va unido sobre todo a la huella de su fe. Por eso, conmovidos, agradecemos a Dios su persona y su ministerio, y pedimos al Buen Pastor que le otorgue la paz eterna”. 

Al término de la ceremonia, los restos de monseñor Antonio Ceballos fueron trasladados a la cripta del primer templo de la diócesis, quedando en el lugar reservado para los obispos.

Condolencias del Ayuntamiento de Cádiz

La Junta de Gobierno Local del Ayuntamiento de Cádiz ha mostrado este viernes las condolencias por la pérdida del obispo emérito de la Diócesis de Cádiz y Ceuta, monseñor Antonio Ceballos Atienza.

Asimismo, el alcalde de Cádiz, José María González, ha acudido esta mañana a la capilla ardiente, instalada en la iglesia de Santiago, sumándose a las muestras de respeto por la pérdida del prelado y firmando en el libro de honor.

“Antonio Ceballos, durante las casi dos décadas que estuvo al frente de la Diócesis, demostró ser un hombre comprometido con los más necesitados de Cádiz, así como los migrantes. Prueba de ello es el legado que deja con la Fundación Centro Tierra de Todos, que se puso en marcha durante su mandato”, ha comentado el alcalde.