Si se hubiese cumplido el plazo de construcción del segundo puente, según lo previsto en su adjudicación, la obra debería de haber estado culminada hace cerca de cuatro años. El retraso que ha ido acumulando esta obra no ha sido aprovechado, sin embargo, por el Ayuntamiento para ejecutar una serie de obras de infraestructura en la ciudad que, por su ubicación, están directamente relacionadas con el nuevo puente.

Estos proyectos, la construcción de la avenida de la Constitución (que une los dos paseos marítimos de la ciudad transversalmente) y la nueva avenida de Astilleros, son muy importantes para la ordenación del tráfico urbano tras la apertura del puente pues facilita la conexión del mismo con el casco antiguo y con buena parte de Puerta Tierra.

Hoy, a menos de un año de la apertura del puente, si se cumplen las previsiones del Ministerio de Fomento, la avenida transversal está parada a la altura del solar del antiguo cuartel de la Guardia Civil. Allí ha comenzado el Ayuntamiento la construcción de varios bloques de viviendas. Una vez que estén terminados, se trasladarán a parte de ellos los vecinos de los inmuebles que serán derribados junto a la avenida de Juan Carlos I para, así, dar continuidad a la avenida de la Constitución rumbo a la de Huelva. Para que todo ello esté terminado tendremos que esperar hasta el 2017, siempre y cuando no se produzcan incidencias en la ejecución de estos proyectos.

En cuanto a la ampliación de la avenida de Astilleros en un viario con cuatro carriles, dos en cada sentido, además del carril bici y la plataforma para el futuro tranvía, todo está pendiente de que comience la construcción del aparcamiento subterráneo que ocupará una parte de este subsuelo. El Ayuntamiento, tras innumerables incumplimientos en cuanto a la fecha del inicio de las obras, afirma ahora que los trabajos comenzarán en apenas unos meses. En todo caso, esta vía, la más importantes a la hora de repartir el tráfico que llegue por el tercer acceso, estará patas arribas cuando el puente se abra, hasta el punto que la circulación se desviará por unos carriles provisionales por el interior de la factoría de Navantia y del muelle debido a las obras del aparcamiento.

En esta avenida, cuya urbanización forma parte del Plan Plaza de Sevilla, se estará construyendo también la estación de autobuses interurbanos y una nueva gasolinera, mientras que, se supone, la adjudicataria del mercado gastronómico de la estación de 1905 estará ya trabajando en la adaptación de la vieja terminal ferroviaria en un gran salón de la hostelería (aunque el proceso de adjudicación aún no ha culminado).

El Ayuntamiento considera muy importante el nuevo aparcamiento subterráneo de Astilleros, como estacionamiento disuasorio en la puerta del casco histórico para los coches que lleguen a la ciudad a través del nuevo puente.

El Plan de Movilidad ya indicaba la necesidad de elaborar un plan de tráfico específico con motivo de la entrada en servicio del tercer acceso.