El equipo de gobierno dice que el Ayuntamiento llevaba años sin construir vivienda pública. El Partido Popular, gobernantes de la ciudad hasta 2015, insiste en que hacían 100 viviendas al año, número extraordinariamente superior a las cifras que acumula Procasa en estos últimos seis años. Y la clave de esta polémica o discusión es el modelo de funcionamiento y de actuación que sigue ahora Procasa y que difiere al que desarrollaba en tiempos del PP.

El cambio fundamental radica en que la Procasa de los populares construía promociones que vendía a terceros, ya fuera por medio de la venta directa de pisos protegidos o a través de esas fórmulas de alquiler con opción a compra que fomentó entre los jóvenes. Frente a esto, la empresa que dirige ahora el equipo de José María González, con Eva Tubío al frente, busca construir viviendas que sean de propiedad municipal, que formen parte del parque público y que estén a disposición de la ciudadanía que más necesite estos recursos.

De este modo, todas las viviendas que está construyendo Procasa, y las que ya tiene marcadas en la hoja de ruta, se quedarán en el inventario municipal porque se están utilizando y se utilizarán en régimen de alquiler, que previsiblemente irá pasando de unos ciudadanos a otros conforme pase el tiempo; pero siempre con el Ayuntamiento como propietario.

“Tenemos contabilizadas más de 930 viviendas que se han ido vendiendo en la ciudad en los tiempos de Carlos Díaz y Teófila Martínez”, traslada una concejala que se frota las manos con ese casi millar de viviendas que pudiera tener a su disposición Procasa en la actualidad para hacer frente al registro de demandantes. La situación es tan inverosímil, que la empresa municipal “está pagando ahora alquileres sociales en viviendas que eran nuestras, que construimos nosotros y que terminaron siendo vendidas, por lo que el precio de alquiler que tenemos que asumir es bastante superior al que teníamos establecido nosotros”.

Las promociones de viviendas para la venta tenían un por qué, más allá de una concepción política; y es que al igual que pasó con el suelo de la Guardia Civil, las fincas que el Ayuntamiento adquiría mediante expropiación para construir viviendas eran puestas a disposición de Procasa mediante pago del suelo. “Que solía ser el precio de la expropiación y algo más”, trasladan desde la empresa municipal. Es por ello por lo que se hacía inasumible pagar por la titularidad de la finca y luego por la rehabilitación o construcción de las nuevas viviendas. Inviable. La única fórmula, por tanto, era vender los pisos para poder liquidar con el Ayuntamiento y la promotora y poder hacer otra promoción.

Esta realidad es el segundo de los grandes cambios que Adelante Cádiz está dando a Procasa. Ahora lo que se busca es que el Ayuntamiento ceda de manera gratuita las fincas destinadas a nuevas promociones de viviendas, lo que facilita enormemente el desarrollo de promociones que, además, garanticen que esos pisos sean de titularidad municipal.

En la actualidad se está tramitando la cesión de tres fincas de la ciudad (en Calderón de la Barca 19, Sagasta 77 y Pericón de Cádiz 5 y 7). Una operación que está siendo algo costosa “porque como no era lo normal hasta ahora, hay que hilar muy fino” con los distintos órganos municipales implicados en esta tramitación que dará como resultado -si se consigue el objetivo de cesión gratuita- el desarrollo de tres nuevas promociones de viviendas en la ciudad. Públicas y en alquiler, por supuesto.