La marcha durante décadas de miles de gaditanos a otras localidades del entorno de la Bahía se justificó por el alto coste de la vivienda en la capital, pero también por la necesidad del vecino de la capital de contar con un espacio al aire libre como complemento de la casa. De ahí que los unifamiliares de Puerto Real tengan adn gaditano al igual que un elevado porcentaje de los pequeños chalés de Chiclana.

Ahora, en plena ebullición por volver a residir en la capital o con posibilidades de cambiar a una mejor casa en la misma ciudad por los ahorros acumulados, Cádiz se ha llenado de promociones de nueva planta que ofrecen una serie de “extras” que, a falta de espacio, nos acerca al sueño de tener una chalé en esta pequeña isla sin apenas ya suelo libre.

El primer extra llegó con la instalación en algunas azoteas de piscinas comunitarias e incluso con posibilidades de uso por un único propietario. Un equipamiento cuya llegada a la ciudad ha ido parejo al redescubrimiento de las azoteas gaditanas y a la proliferación de los áticos, como uno de los lujos residenciales en la capital.

El aumento de piscinas ha sido tal que el Ayuntamiento incluso está estudiando su limitación, especialmente en el casco antiguo, a fin de no dañar la imagen de un urbanismo que hasta ahora se había cuidado.

Pero si la apuesta por los áticos y la llegada de las piscinas como complemento a una ciudad con kilómetros de playas, no fuera poco, ahora comienzan a llegar al mercado inmobiliaria promociones con zonas ajardinadas.

En la calle Huerta del Obispo el arquitecto Gumersindo Fernández, uno de los promotores más activos de la ciudad utilizando con éxito la fórmula de cooperativas en sus proyectos, ha diseñado una finca, aún por construir, que en la vivienda de la planta baja incluye un jardín de 53 metros cuadrados, además de piscina. Un auténtico lujo inimaginable en Cádiz salvo que se tuviese en propiedad uno de los escasos chalés que quedan en pie.

El Grupo Abu también ha diseñado un amplio jardín, en este caso comunitario, que ocupará toda la trasera del complejo de viviendas de lujo que sustituirá al chalé de Cerón, en la plaza de San Severiano.

Cerca, el Grupo GS proyecta 14 pisos, ya vendidos, en el chalé La Porteña. A su piscina en la azotea la promoción une también una pequeña zona ajardinada que rodea, convenientemente protegida por una valla, a todo el edificio.

En el casco antiguo también se busca espacio, aunque parezca imposible, para incluir en la oferta de venta un pequeño jardín. Hay un proyecto peculiar, anunciado y aún pendiente de iniciar las obras, en la calle San Juan, Apartamentos Puerto de Gadir, que cuenta con una de las viviendas complementada con una zona ajardinada.

Junto a ello, proyectos que se anuncian en La Laguna también dejan espacios comunitarios abiertos en la planta baja, aunque en este barrio es algo habitual en las promociones que se han ido levantando, en los solares que han ido dejando los chalés, desde hace años.

El proyecto de 20 plantas del Grupo Abu no descarta la construcción de una piscina en la azotea del edificio, pendiente del diseño final del mismo. De confirmarse será la más alta de la provincia y con vistas a toda la Bahía.