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Aniversario del COVID-19

Un mensaje institucional de Kichi por el aniversario del estado de alarma entre el autobombo y el reproche

  • El alcalde de Cádiz, José María González, vende en un vídeo las medidas realizadas contra el coronavirus y pide más aportaciones al resto de administraciones

Un mensaje institucional de Kichi por el aniversario del estado de alarma entre el autobombo y el reproche

Todas las efemérides no son para celebrar. Pero todos los aniversarios son aprovechables para lanzar un mensaje de autobombo por lo realizado y hacer que las misivas calen en los receptores. El alcalde de Cádiz, José María González, ha aprovechado que se celebra un año desde que se decretó el estado de alarma por la pandemia del coronavirus para realizar un mensaje institucional con tres claves que refuerzan el discurso político del equipo de Gobierno del Ayuntamiento de la capital gaditana.

La primera de ellas es el agradecimiento a los profesionales que han peleado contra el COVID-19, lo que es el mensaje más esperable en este tipo de discursos. Pero, sin embargo, Kichi se maneja por las otras dos vías que utiliza a diario, pero que desentonan en este tipo de discursos: la autocomplacencia y el reproche continuo. 

Estas líneas se ven desde el inicio del mensaje institucional, en el que ya el regidor municipal sienta las bases al asegurar que "fuimos de las primeras administraciones en actuar" al señalar un paquete de medidas que hizo que "esa rápida capacidad de reacción determinó la forma de afrontar la crisis sanitaria". 

Metiendo de por medio que los gaditanos "hemos demostrado una responsabilidad ejemplar", además de "dar las gracias por anteponer los intereses comunes a los individuales", empieza a centrar la línea discursiva al aseverar que "en esta crisis, a diferencia de la anterior, nadie debe quedarse atrás. No podemos salir de ella a costa de la gente más vulnerable". 

Esta premisa sirve para comenzar a soltar el autobombo con las medidas realizadas por el Ayuntamiento de Cádiz: el alojamiento de las personas sin hogar en el Centro Náutico Elcano, la alimentación de los alumnos que se han quedado sin comedores escolares, la compra de tablets para evitar la brecha digital, los paquetes de ayudas aprobados para la hostelería y el comercio local o la congelación de impuestos.

Pero esta autocomplacencia no se utiliza solo para valorar la actuación propia, sino también para minusvalorar lo realizado por otras administraciones. Frases como "competencias que eran de la Junta de Andalucía pero que asumimos con responsabilidad desde el Ayuntamiento" o "no es lógico que sea este Ayuntamiento el que esté cargando con todo el peso de esta crisis" denotan la búsqueda del conflicto para poner distancia con los gobiernos de distinto signo político.

Y a pesar de que el tema principal es el COVID-19, siempre es momento para que aparezca la herencia recibida al resaltar una vez más "los 275 millones de euros de deuda" frente a "un superávit de 900 millones de euros de la Junta de Andalucía" para decir que "quien más tiene es quien más debe aportar". 

También aparece otro elemento de la línea discursiva de Kichi con los 65.000 millones de euros para el rescate de los bancos con el objetivo de lanzar otro reproche al resto de administraciones al pedir que "deben responder con contundencia" en un momento en el que "lo necesitan nuestros vecinos y vecinas".

Todo esto para volver al punto inicial de la pandemia del coronavirus al resaltar la importancia de los servicios públicos y agradecer el trabajo realizado por los profesionales que han peleado contra el coronavirus. Un mensaje institucional en el que en el nudo se encuentra su verdadera intención, mientras que en el prólogo y en el epílogo aparecen los medios para llegar al fin.

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