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Cádiz

Un menor pasa toda la noche en Urgencias con una pila en la nariz

  • Al no haber otorrino en el centro para extraerla, mandaron al niño a casa, pero la madre se negó a irse por el riesgo que suponía

Toda la noche estuvo un niño de seis años en Urgencias de Pediatría del Hospital Puerta del Mar con una pila de botón en la nariz, con dolor y expulsando una mucosidad entre amarilla y marrón, porque no había un otorrino en el centro que pudiera extraerla.

La madre cuenta que sobre las once de la noche, el niño empezó a llorar porque le dolía la nariz y sobre las doce, comenzó "a expulsar mocos con óxido que olían a óxido". En ese momento, el niño confesó que se había metido una pila y sus padres decidieron llevarlo a Urgencias. Una vez allí, "tras examinarlo, observaron que la pila estaba al fondo del orificio nasal derecho pero al estar demasiado profunda, no la pueden extraer manualmente y nos mandan a casa porque en ese momento no hay ningún otorrino en el hospital. Nos dicen que volvamos al día siguiente, a partir de las nueve de la mañana", relata la madre, quien afirma que se negó a irse "porque el niño estaba expulsando óxido por la nariz y me daba miedo que pudiera pasarle algo, porque la pila podía soltar productos químicos o irse para los pulmones". Entonces, lo pasaron a Observación. La mujer muestra fotos del niño en distintos momentos de la noche con la almohada manchada con la mucosidad marrón que expulsaba tanto por la nariz como por la boca.

"A las diez de la mañana, avisaron al otorrino y hasta pasadas las once no nos suben a la consulta. A las 11:45, la otorrino que nos atiende nos comenta que ante la imposibilidad de sacar la pila entera, hay que llevar al niño al quirófano", cuenta la madre, quien destaca que "en ningún momento" le hicieron una radiografía a su hijo para ver dónde estaba situada la pila y evitar tanta manipulación y sufrimiento a su hijo. "Menos mal que no se le fue a los pulmones ni al estómago, porque podía haberle causado la muerte", declara.

Tras la intervención, "me dijeron que había costado trabajo sacar la pila, por el lugar donde estaba, y que había provocado necrosis en el tabique nasal derecho. También me dijeron que había posibilidades de que le quedaran secuelas".

A día de hoy, una semana después, el niño no ha recuperado el olfato ni el gusto completamente y le cuesta respirar por el lado derecho. También presenta quemaduras en el orificio nasal derecho.

"Yo tenía una gran sensación de impotencia al ver al niño toda la noche que lloraba porque le dolía, que no paraba de expulsar óxido, y que no avisaban al otorrino que estaba de guardia localizada", afirma la madre, quien asegura: "Lo que más me dolió es que no me dieran solución y me mandaran a casa viendo el peligro que tenía, sobre todo al tratarse de material tóxico. Me sentí despreciada. Es triste estar toda la vida pagando la Seguridad Social y que luego no tengas la asistencia adecuada cuando lo necesitas", se lamenta.

Esta mujer ha puesto una reclamación en el hospital y ha querido hacer pública su experiencia "para que esto no vuelva a ocurrir".

Cabe destacar que el Comité de Seguridad y Prevención de Lesiones no intencionadas en la Infancia de la Asociación Española de Pediatría advierte del peligro de la ingesta o introducción en la nariz de pilas de botón en niños pequeños, que "pueden producir quemaduras graves por las reacciones químicas que desencadenan" y aconseja "eliminarla lo antes posible". Estudios científicos señalan que "el intervalo mayor de cuatro horas entre inserción y remoción incrementa el riesgo de perforación". Este pequeño estuvo con la pila más de 12 horas en la nariz.

A raíz de este caso, las secciones sindicales de CGT y Autonomía Obrera del Hospital Puerta del Mar denuncian que en este centro es "muy habitual enviar a casa" a los niños "y se deriva a los padres la responsabilidad de la observación". También llaman la atención sobre el sistema de guardias localizadas: "Se produce una disminución y empeoramiento de la calidad asistencial. Los médicos cobran menos haciendo esas guardias que las presenciales y hay una tendencia a no avisarlos a no ser que se trate de algo vital o una catástrofe, pero se dan casos como este que no se valora adecuadamente y tienen toda la noche a un crío pequeño con un dolor y un riesgo".

Desde el Hospital defienden que la actuación con este menor "fue correcta". Aseguran que los profesionales no sabían qué objeto se había introducido en la nariz y que "al encontrarse asintomático le dijeron que se fuera a casa y volviese al día siguiente". Insisten en que "el protocolo que se utilizó y la manera de actuar fueron los adecuados".

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