Javier Manterola. ingeniero autor del proyecto del puente de la Constitución de 1812

"No hay otra obra de ingeniería en toda España como el puente de Cádiz"

  • "Una infraestructura así nos da prestigio a nivel internacional" "Lo que más destacaría de todo el proyecto es el tramo atirantado" "En EEUU un puente así cuesta 800 millones"

-Después de ocho años del inicio de la construcción del Puente de la Constitución de 1812, 16 desde que le encargaran el proyecto allá por un lejano 1999, ¿qué siente en un día como hoy en que ve a su criatura, a su creación, alzándose en medio de la bahía?

-Pues es un día muy feliz y en el que me siento muy orgulloso porque eso, es una criatura de un tamaña considerable y pocas hechas en el mundo. Y en eso he tenido la suerte de trabajar con un grupo de amigos y colaboradores fantásticos que han levantado, empujado para hacerlo posible. Porque para hacer un puente de estas características, o se tiene unos equipos muy buenos o si no no se hace, y aquí gracias a Dios los hemos tenido, tanto en la administración, que ha hecho una labor estupenda, como Dragados, que es una constructora fantástica, y mi equipo, que ha sido capital.

-¿Esperaba este resultado? ¿El puente es tal cuál usted lo diseñó?

-Pues sí. Tal cual fue diseñado. Aparece sólo algo nuevo, que es el puente desmontable, que es una obligación que nos impuso Navantia para poder pasar barcos de mucha altura, aunque es un poco ficticio todo este problema porque el calado del mar no pueden pasar barcos de 100 metros de altura, sería necesario también dragar el mar incluso. Entonces qué pasa, si el puente tiene 69 metros de largo y un barco una antena muy larga va a pegar allí pues siempre será más fácil quitar la antena y luego ponerla que desmontar este tramo y tener el puente cerrado una semana. Porque es una operación muy complicada.

-Por eso al principio iba a ser móvil.

-Sí, pero para mantener un puente móvil es muy caro de mantener, hace falta mucha maquinaria y sobre todo un equipo que permanentemente esté engrasando la maquinaria, cuidándola, para que esté bien. Y no merece la pena tener ese equipo de gente trabajando todos los días para un puente que a lo mejor no se abre nunca, porque el problema del dragado del mar es fundamental. Y además, pero si pasan barcos de hasta 69 metros de altura, de los más grandes del mundo...

-De todo el puente ¿qué es lo que destacaría usted más como obra de ingeniería?

-El tramo atirantado, que es un muy grande, muy complicado poner las dovelas, enormes, de 400 toneladas de media, que no se han utilizado nunca, porque lo que se pretendía era correr mucho para llegar al Bicentenario, pero no fue posible porque a las complicaciones técnicas se unieron problemas económicos que obligaron a ralentizar las obras. El Gobierno ha tenido que sortear una crisis fuerte y ha tenido que parar la obra y se ha tardado más de lo previsto, porque un puente de estos en tres años y medio se debe acabar.

-¿Temió usted que el puente se parara durante más tiempo y que esto llegara incluso a afectar a la estructura?

-Sí, sí que lo temí, pero bueno, gracias a Dios no ha sido así. Se paró en bastantes ocasiones pero ha podido terminarse bien. El problema de estos parones es que aquí trabaja mucha gente, no sólo obreros, sino también técnicos, ingenieros, que tienen que estar controlándolo todo, gente a la que hay que mantener. Y los despides, pero luego corres el peligro de después no encontrar otros similares, y este tipo de obra no se puede hacer con cualquier tipo de técnicos, tiene que ser gente muy buena y muy especializada, como aquí hemos tenido.

-¿El coste de la obra es el adecuado para una infraestructura de este tipo?

- No sé exactamente cuánto ha costado, pero nosotros de entrada pensábamos que no costaría menos de 400 millones de euros. Y lo que sí le puedo decir es que este puente en EEUU, Francia o Gran Bretaña costaría 800 millones. Es mucho más barato aquí, se construye con una facilidad enorme, se construye bien, tanto es así que los constructores españoles están consiguiendo grandes encargos en medio mundo. Porque lo hacen a precios competitivos y lo hacen bien.

-¿Qué supone para la ingeniería española en general el puente de Cádiz a nivel internacional?

-Pues primero nos da prestigio. Porque en el extranjero, y nosotros trabajamos bastante fuera de nuestro país ahora, no le piden a uno que sea tal o cual, le dicen ¿qué ha hecho usted? No, pues yo tengo esta idea, y esta, y esta... Nada fuera... Aquí lo que vale es enseñar lo que ya está hecho. Y entonces deciden si les interesa. Allí son mucho más pragmáticos y más duros en este sentido y un puente de estos da seguridad.

-En el conjunto de las grandes infraestructuras del país, ¿un puente de estas características qué nivel podría alcanzar?

- Hombre yo creo que no hay una obra en toda España como esta, de ningún tipo eh, y hay presas fantásticas, o la Alta Velocidad, en cuyas obras yo he trabajado haciendo muchos puentes, pero un puente como este no hay en toda España.

-¿Se imagina embarcado en otro proyecto de este calado?

-Sí, sí... sí que me imagino. Estamos trabajando de hecho para un puente en EEUU de 800 metros de luz. Quiere decir que cuando uno ya está metido en esta vorágine pues tampoco hay tanta gente en el mundo que haga estas cosas. Y entonces te llaman, para pedirte una oferta claro, tampoco es que tengas seguridad de que te la vayan a dar. Pero lo que sí es cierto es que en estos momentos en todo el mundo hay cuatro o cinco puentes grandes de estos y estamos intentando conseguirlos. Lo que sí sé es que sin este puente y otros que tenemos pues ni te llaman, no cuentas.

-¿Al final le ha gustado el nombre que le han puesto al puente, más que La Pepa?

-Hombre.... yo cuando le pusieron La Pepa no quise ni oírlo, me pareció hasta una cosa despectiva. Es cierto que no me gustaba, me parece mucho mejor este de la Constitución de 1812.

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