Primer día con nuevo acceso a la ciudad. Cádiz estrenaba ayer el uso normal del puente de la Constitución de 1812, y lo hizo descubriendo nuevos tapones en la circulación y ralentizando en las horas puntas la llegada a la infraestructura abierta en la noche del jueves, o la entrada en la ciudad desde esa nueva autovía.

Varias zonas han sido las más conflictivas desde el punto de vista de la circulación. La mayoría de ellas se encuentran, lógicamente, en el entorno de la rotonda que da acceso al puente; pero en algún caso, el problema se detectaba con dos kilómetros de diferencia. Así ocurría, por ejemplo, con la incorporación desde la avenida del Puerto a la Plaza de Sevilla, donde en algunos momentos del día se formaron considerables colas de vehículos que se dirigían hacia la Avenida de Astilleros para conectar luego con la de Las Cortes y llegar al puente.

Las caravanas fueron también bastante constantes durante todo el día en la avenida de la Bahía hacia el puente y en la avenida de Las Cortes (también en dirección salida de la ciudad). En este último caso, se da la circunstancia de que todo el tráfico que busca incorporarse a la nueva salida de la ciudad queda, metros antes de llegar a la rotonda, reducido a un solo carril, ya que el otro lleva días cerrado a la circulación. Además, la salida hacia la avenida de Huelva sin entrar en la rotonda, que a priori debería aliviar algo de tráfico, también está cerrada a la circulación a la espera de realizar unos trabajos pendientes.

Ante estos problemas de tráfico y esos obstáculos propios de una apertura del puente que no está unida a la finalización de las obras tanto en el imponente viaducto como en su entorno por parte del Ministerio de Fomento -ayer había muchos trabajadores actuando en la rotonda y en el mismo puente-, la Policía Local ha diseñado unos servicios especiales de atención a estas situaciones para los primeros días de actividad rodada.

En concreto, desde el Ayuntamiento informaban que ayer y el próximo lunes habrá una decena de agentes dispuestos en los puntos que se entienden como de mayor densidad de circulación para intentar agilizar el paso de los vehículos hacia fuera o dentro de la ciudad. Por su parte, durante el fin de semana el número bajará hasta los ocho policías especialmente destinados a este control del tráfico.

Esos puntos negros localizados por la Policía Local serían la intersección de la Avenida de Huelva con la de Guadalquivir, la Avenida de las Cortes en su totalidad, la rotonda de Bomberos o la plaza de Sevilla.

No obstante, desde el Ayuntamiento se precisaba que conforme se vayan produciendo las situaciones en el tráfico de la ciudad se irán adoptando, lógicamente, las soluciones que mejor convengan. Y asimismo, no se descartaba la presencia de más agentes para este cometido si las caravanas y retenciones así lo requirieran.

Y es que en el Consistorio se prevé que durante estos primeros días de funcionamiento del puente los problemas del tráfico sean mayores porque muchos conductores quieran cruzar el puente ante la expectación generada, reduciéndose conforme avancen los días la afluencia de coches.

De hecho, era curioso comprobar en el día de ayer cómo frente a las retenciones y caravanas en el entorno de la rotonda del puente la Avenida principal se mostraba bastante aliviada de circulación, algo insólito en un día laborable en la ciudad.