Huelga de autobuses en Cádiz: La empresa dice que no volverá a negociar hasta que el comité no se recomponga tras una dimisión

Cuando llega hoy a su 16º día de paro consecutivo la huelga indefinida en el servicio público de autobuses urbanos de Cádiz, San Fernando y el 50% de interurbano entre las dos localidades tiene cada vez menos visos de resolverse. Aunque ya esté minando la paciencia de los usuarios, que siguen soportando largas colas y demoras de hasta más de una hora, sobre todo durante las cuatro horas que dura la manifestación diaria de los trabajadores por la avenida principal de la ciudad. Y pese a que el tanto el alcalde de la capital gaditana, Bruno García; su homóloga de San Fernando, Patricia Cavada, y los responsables del Consorcio de Transporte Bahía de Cádiz no dejen de llamar, no solo al diálogo, sino a un acuerdo urgente.

Se ven cada vez menos posibilidades de resolución del conflicto porque al rechazo de un preacuerdo que costó muchas horas de negociaciones por parte de la asamblea de trabajadores se suma ahora el hecho de que la empresa no esté dispuesta a retomar las negociaciones hasta que la parte social no resuelva ciertas "incidencias", dijo anoche un representante de la compañía Tranvía de Cádiz a San Fernando y Carraca SA, en la que recae en este momento la responsabilidad de volver a citar a la representación de los trabajadores.

"El comité nos ha notificado la dimisión de su vicepresidente y nos consta que en la asamblea en la que se rechazó el acuerdo, miembros de un sindicato impidieron el ejercicio del voto a cuatro personas trabajadoras alegando que no podían ejercerlo por estar fuera de convenio, por ser directivas, cuando en la compañía solo hay un directivo", relató a este periódico un portavoz de la compañía. Respecto a esta segunda "incidencia" la misma fuente reconoció no disponer de un acta de la asamblea en la que así se corrobore este hecho ni tampoco tener constancia de ninguna denuncia de las personas afectadas.

"La representación de los trabajadores tendrá que solventar ambas incidencias legales antes de que se reanuden las negociaciones", subrayó la misma fuente.

Ayer, el presidente del comité de empresa volvió a pedir alcalde de Cádiz, Bruno García, que mediase instando a la empresa a retomar las negociaciones. "Nosotros estamos dispuestos a hacerlo 24 horas, 7 días a la semana", dijo. Por su parte, el regidor dijo ayer pública y tajantemente que "esta situación debe terminar ya", llamando a ambas partes, no solo a dialogar, sino a llegar a un acuerdo para solucionar "una situación que no se merece la ciudad".

El vicepresidente del comité que ha presentado su dimisión es uno de los 4 miembros de UGT que integran la representación de los trabajadores, según dijo a este periódico el representante de la empresa. El resto lo componen 3 de CCOO, 1 de CSIF y 1 de USO. Como ya informase este periódico, el preacuerdo fue firmado y aceptado por los 6 componentes de UGT, CSIF y USO y rubricado "no conforme" por los 3 de CCOO. Pese a esta proporción en la representación, el preacuerdo fue rechazado por 117 votos en contra frente a tan solo 26 a favor.

Dos circunstancias que no impiden en absoluto la negociación

En cualquier caso, en las listas a las elecciones al comité de empresa siempre van uno o varios suplentes por cada uno de los sindicatos, así que el relevo debe ser una gestión fácil y rápida que no debe alterar la composición original del comité en cuanto a la proporción representativa de cada uno de los sindicatos. Ni, por supuesto, la reanudación de la negociación. Siempre, claro, que haya voluntad en ello por ambas partes.

Por otro lado, más allá del legítimo e irrenunciable, por supuesto, derecho al voto de cuatro personas trabajadoras amparadas por el convenio, resulta obvio que si sus papeletas hubiesen sido a favor del preacuerdo, su cómputo no habría alterado en absoluto el resultado final de la asamblea. Y también que en el hipotético caso de que se impugnase la votación por este motivo y se aceptase su nulidad no es nada probable que el escrutinio final fuese el contrario, de repertirse la votación.

Así que parece claro que lo que toca es volver a sentarse a negociar y llegar a un acuerdo lo antes posible. A no ser que el objetivo sea batir un récord que no beneficia absolutamente a nadie. Ni a los trabajadores en huelga, sumando 16 días ya sin cobrar; ni a la empresa, en puertas de la salida a concurso de la licitación de un servicio público que mantiene desde hace más de un siglo con un contrato en precario; ni a los usuarios, sobre todos los de movilidad reducida, sufridores de un transporte urbano reducido a la mitad que se colapsa en hora punta; ni al ciudadano que en su vehículo privado se encuentra a diario con un atasco monumental; ni a una ciudad que presume de apacible destino turístico en pleno verano.

Este periódico intentó contactar anoche con el presidente del comité de empresa, pero al cierre de esta información no pudo conseguirlo.