Los nuevos hallazgos en el solar de Marqués de Cropanis, en los límites de la zona de necrópolis por ahora conocidos, ofrecen datos interesantes sobre la sociedad romana como pueden ser el estatus de estas personas, la tipología de los propios enteramientos y otros elementos curiosos como la sanidad de hace veinte siglos. 

Mortalidad infantil 

De los 21 localizados hasta ahora en este terreno en el que Procasa va a construir 29 viviendas y un garaje junto a la Avenida de Cádiz, en la zona de los Chinchorros, han aparecido numerosos enterramientos de bebés y niños. Entre ellos el de un pequeño de año y medio en una urna de incineración (segunda mitad de I.a.C.), concretamente en una urna cineraria de cerámica depositada en fosa simple, en cuyo interior se encontraban los restos incinerados de este pequeño cuyos huesos fueron lavados y depositados.

También han descubierto recientemente el cadáver de un neonato colocado en posición fetal de lateral izquierdo con un pequeño ajuar, al que se suman otros 14 enterrados, que en su mayoría son de población infantil, de los que aún quedan siete por estudiar. Esto denota la alta mortalidad infantil en tiempos pretéritos, pues se repite a lo largo de toda la necrópolis de Gades. También aparecieron bastantes niños en el nivel romano del yacimiento del Cómico, que aunque no es zona común de necrópolis, nos lleva a esos otros lugares puntuales de la zona urbana donde los romanos decidían enterrar a los suyos.

Una posible intervención quirúrgica

De todos los enterramientos, hay dos que han llamado la atención a los investigadores. Se trata de dos mujeres adultas, una de ellas estaría colocada ‘decúbito prono’, es decir bocabajo, en una fosa más pequeña que el propio cadáver. Una posición que, según informan el equipo de arqueólogos, "son muy raros y escasos y apenas se han estudiado una decena en la ciudad de Cádiz".

Además, hay otra adolescente con un gran orificio en la parte parietal del cráneo de aproximadamente un centímetro de diámetro y colocada de lateral derecho. Se trata de una trepanación, por lo que está previsto afrontar estudios antropológicos que determinen si en la bóveda craneal hay restos de tumores, según narran fuentes expertas. Esta joven aparece en un enterramiento que, por motivos que se desconocen, parece descuidado.

Hay que decir que en la antigua Roma, muy influenciados por la medicina griega, ya se combinaban varias técnicas usando diferentes herramientas y metodología, incluso por especialidades. Realizaban diversos procedimientos quirúrgicos con instrumentación como fórceps, busturís y catéteres. También usaban el poder de la medicina natural.   

Ajuares modestos

Todos los enterramientos localizados corresponden a incineraciones divididas en dos grupos. Por un lado, en fosas simples cremadas in situ (busta) o bien en deposición secundaria, es decir, se quema el cadáver, se recogen los huesos, se lavan y se depositan en una urna.

Según comunicó el Ayuntamiento, por el momento se han excavado cuatro urnas cinerarias, una de cerámica y tres de plomo. Las de plomo, excepto una, estaban depositadas en cajas cuadradas formadas por sillares o sillarejos calizos de piedra ostionera.

En definitiva, enterramientos modestos, a juzgar por el ajuar asociado. En una fosa apareció una moneda del emperador Nerón fechado en el periodo final de su reinado, entre el 66 y el 68 d.C, y se han encontrado, además, como ajuar de uno de los bebés un pequeño collar realizado con dos cuentas de molusco, una tipo concha colmillo y otra con un caracol con un orificio para colgar, además de una cuenta gallonada de fayenza y un pequeño ídolo pateco representando al Dios Bes o Beset, un dios enano (que es una deidad protectora de la mitología egipcia, como defensor de todo lo bueno, protegiendo a los niños de todo mal y de las madres gestantes).

Se suman  varios ungüentarios de vidrio, lucernas, jarras o cuencos cerámicos, y algún objeto personal como agujas de hueso para colocar en el pelo.

Junto a los enterramientos hallaron los restos de una canalización hidráulica conectados con el acueducto de Gades y restos de una pileta y otros enseres vinculados al ritual de purificación funeraria. Entre ellos una pátera -plato para ceremonias o ritos- del tipo 'Lamboglia 5 de Campaniense', con la marca del alfarero y fechada hacia finales del siglo III a.C. o principios del siglo II a.C.