La farmacia de Cádiz que cambió de barrio: de La Viña al Paseo Marítimo
Abre en el Paseo Marítimo, en Amílcar Barca esquina a la calle Cielo, la Farmacia Drago, fruto del traslado de la botica de los Callejones que se encontraba muy cerca de la plaza Cruz Verde
La nueva propietaria de la licencia destaca la llegada a un barrio “en pleno crecimiento”
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Las farmacias también cambian de barrio. Al menos, en Cádiz. Un traspaso de la licencia y un autorizado cambio de ubicación han permitido a la joven farmacéutica Sara Bernabé trasladar la botica que se encontraba en los Callejones, cerca de la plaza Cruz Verde que le daba nombre, hasta la otra punta de Cádiz, hasta la confluencia del Paseo Marítimo (Amílcar Barca) con la calle Cielo. Una farmacia, pues, de Cadi Cadi que se hace beduina en busca de la oportunidad que ofrece un barrio que se encuentra en pleno crecimiento y a la espera de recibir a cientos de nuevos vecinos en la transformada zona de Los Chinchorros.
Nacida en Cazalla de la Sierra (Sevilla), Sara Bernabé es licenciada en Farmacia por la Universidad de la capital hispalense. Tras un breve paso profesional por Menorca, llegó a Cádiz para trabajar durante tres años en la farmacia de la avenida de la Sanidad Pública, antiguamente conocida como Lebón, y de ahí pasó a la farmacia Cruz Verde, donde estuvo seis meses antes de trasladarse con esta licencia al Paseo Marítimo, a un local que antes albergaba un taller mecánico y que ha tenido que adaptar convenientemente para abrir, el pasado 22 de julio, la que ha llamado, por su cercanía al instituto, Farmacia Drago.
Esta farmacéutica reconoce que dejar el barrio de La Viña le ha dado “mucha pena”. Destaca el contacto cercano con los vecinos de los Callejones y sus alrededores, la “campechana” clientela de aquella asentada farmacia en un barrio que, explica, siempre le ha recordado a su vida en su pueblo natal. “Aquello es como un pueblo, con gente muy cercana, de mucha confianza. Cuando se enteraron del cierre y del cambio, casi me matan...”, exagera entre risas.
Pero Sara Bernabé tiene claro su proyecto, y por eso ha aterrizado en un barrio que, destaca, se encuentra “en pleno crecimiento y con el Paseo Marítimo y la playa enfrente”.
Los edificios que se están construyendo entre las calles San Juan Bautista y Marqués de Cropanis (tres ahora mismo y un cuarto en proyecto) traerán a la zona a centenares de nuevos vecinos que se convierten en potenciales clientes de esta farmacia. A ello, destaca la farmacéutica Bernabé, se añade la construcción de un parque que eliminará la actual tapia del cementerio de la calle Cielo y el proyecto de bulevar que está llamado a conectar esta zona con la Avenida principal. Son, en definitiva, muchos elementos que sustentan la apertura de este nuevo local.
De momento, desde que abriera sus puertas en julio, explica que han sido muchos los turistas y visitantes que han comprado en la farmacia, y que los vecinos más cercanos del entorno ya están entrando. En estos primeros meses, hasta que comience 2026, la farmacia abre de lunes a viernes en jornada partida. A partir de enero, con la consiguiente ampliación de plantilla, será una farmacia abierta los 365 días del año y con horario ininterrumpido, de 9.00 a 21.00 horas (22.00 en verano), y sin guardias nocturnas.
Como en todo, los primeros pasos son los más complicados. De ahí que de cara a las próximas fechas navideñas, Sara Bernabé tiene proyectada hacer alguna campaña con sorteos y regalos, además de algún descuento en los productos permitidos.
Y para hacerse ver, una gran pantalla con mensajes publicitarios de distintos productos ocupa el escaparate de esta nueva farmacia que, además, se completa con unos originales carteles de ‘Se vende’ en los que la joven farmacéutica empieza a declarar sus intenciones: “Energía, paz, salud, vida, empatía, humanidad, ecología...”
Y es que su objetivo es que la Farmacia Drago se distinga como “una ecofarmacia”. La intención ya se intuye cuando se entra en el local y observa un pequeño árbol natural (una pachira acuática, puntualiza Sara). Y sobre el mostrador una pequeña hucha solidaria, como hay en casi todas las farmacias, que en este caso se destina a un objetivo muy específico y ecologista: “Nos hemos puesto en contacto con un par de asociaciones felinas y hemos habilitado en la farmacia una hucha solidaria destinada a apoyar esta causa y buscar una nueva ubicación a los gatos del cementerio, además de destinar la recaudación al método CER (captura-esterilización) para estabilizar la colonia y mejorar la convivencia natural vecinal al reducir ruidos y olores, y mejorar la salud de los gatos. De este modo, buscamos no solo aportar nuestro granito de arena, sino también concienciar e implicar a nuestros pacientes en el bienestar de estos animales”.
El enfoque ecológico de esta farmacia se completa, de momento, con la entrega a los usuarios de una bolsa de tela que les permitirá acceder a un 2% de descuento en productos de parafarmacia no financiada cada vez que lleven la bolsa durante una compra.
Por lo demás, la farmacia ofrece otros servicios como la toma gratuita de tensión arterial y del peso, así como un servicio de nutricionista una vez a la semana y algún evento de dermocosmética.
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