Los alquileres en Cádiz se han convertido ya en un lujo al que ya pocos pueden acceder.

La falta de oferta y el aumento de la demanda a la vista de los precios de las hipotecas lleva a muchos jóvenes y no tan jóvenes a tener que optar por el alquiler, algo que se convierte en un imposible por culpa de los precios.

Pues esta situación no sólo afecta a los gaditanos, sino que igualmente toca de lleno tanto a las personas que se tienen que instalar en la ciudad por motivos laborales como puede ser una nueva contratación o simplemente un cambio de destino, en profesiones tan habituales como pueden ser las del sector sanitario o bien de los profesores. Unos y otros se están viendo forzados a optar, incluso, por compartir pisos, con todas las incomodidades y la pérdida de intimidad que esto supone.

Los estudiantes que quieren cursar algún  ciclo o grado en la capital se ven igualmente salpicados por esta situación y, a la altura de verano que ya estamos, siguen muchos buscando un piso para alquilar a un precio decente antes de optar por compartir un apartamento o bien por contratar los servicios de una residencia de estudiantes.

Y a estos estudiantes se suman, además, los alumnos del sistema Erasmus que con una ayuda irrisoria de unos 400 euros tienen que buscar, aunque sea para unos meses, un lugar en el que poder dormir y a un precio asimilable para sus mermadas carteras.

En el caso de la capital gaditana, lo habitual es ver a la ciudad comandar listas nacionales de las más caras para alquilar. Las cifras del INE reflejan que, entre 2015 y 2021, lo que se paga por alquilar una casa en Cádiz se incrementó en un 7,65%. Y solo de 2020 a 2021, el alza fue del 1,79%, dos puntos por encima de la media nacional. Aunque está lejos de los precios de grandes ciudades, hay zonas de Cádiz cuyo coste del alquiler superó la media de grandes ciudades, como la de San Juan de Dios y El Pópulo.

Pues a la vista de esto, o bien optan por colgar carteles para buscar compañeros o compañeras de piso o bien en busca de alguien que tenga alguna habitación disponible para poder vivir entre los meses de septiembre u octubre y junio.

Fachada del Colegio Mayor de la UCA

Compartir o morir

Incluso esta fórmula se convierte ya también en algo complicado puesto que cada vez son más los gaditanos que, con tal de no irse de la ciudad, terminan compartiendo un mismo piso entre incluso varias familias. De ahí que un estudio publicado recientemente por este periódico indicaba que en Cádiz ya hay personas con más de 50  (hasta 58) que han elegido compartir piso con otra persona o con otra familia, lo que refleja una situación harto complicada para los estudiantes que, tras conseguir una plaza en una facultad de alguno de los campus de Cádiz, buscan ahora donde dormir.

Es ahí donde las residencias de estudiantes se han convertido siempre en una magnífica opción pero hasta éstas se encuentran ya con problemas de plazas que ofertar.

Así, según indican fuentes de la Universidad de Cádiz, el Colegio Mayor de la UCA ubicado frente al Parque Genovés está ya a tope y con una larga lista de espera. De hecho en la primera fase para adjudicar la ocupación ya quedaron ocupadas todas sus camas y en estos momentos tienen una lista de espera que ronda las 130 solicitudes de personas que esperan con ansiedad alguna renuncia.

El Colegio Mayor de la UCA ya no tiene plazas libres y una larga lista de alumnos en espera

La capital cuenta con otras residencias de estudiantes como son la Residencia de Estudiantes Cádiz Centro, ubicada en la plaza de Candelaria, la Residencia Internacional de la Caleta, en la calle Ángel, y la Residencia de Estudiantes Campus, localizada en la plaza de la Catedral y perteneciente al grupo Kley.

Desde el alojamiento para universitarios ubicado en Candelaria, su directora, Teresa Rueda, confirma que su residencia tiene efectivamente lista de espera a fecha actual. Apesar de ello, Rueda insiste en que esto no implica que haya estudiantes que se queden sin plaza , “ya que a partir del 4 de septiembre con las resultas de la UCA y de otras universidades hay  chicos y chicas que consiguen plaza en sus localidades de origen o en universidades de mayor preferencia pese a estar ya matriculados en Cadiz”. 

Estos chavales cancelan, como es lógico, sus reservas en las distintas residencias y dejan libres plazas para los que consiguen plaza en Cadiz gracias a dichas resultas. Así, la directora de la residencia de estudiantes Cádiz Centro reitera que en septiembre hay mucho movimiento y “normalmente todos los chicos y chicas que permanecen en las listas de espera consiguen plaza”.

La directora de este centro indica que la mayoría de los residentes que acogen son de primer año, “pero también tenemos un buen porcentaje de alumnos veteranos”. 

Teresa Rueda aclara que las residencias tienen mucho de positivo porque, entre otras cosas,  “son lugares de encuentro y convivencia entre jóvenes. El hecho de vivir rodeado de jóvenes  de tu misma edad y con tus mismas inquietudes, hace que se genere una gran familia y una convivencia muy productiva emocional, social y académica. Son años que no se olvidan. Amigos que conocerán aquí para siempre y  ‘personajes’ que siempre recordaran”. Tanto es así que “recibimos todos los años visitas de residentes que han estado con nosotros y sus recuerdos nos emocionan y nos reconfortan. Nos encanta formar parte de ello”