Cádiz

Una escuela multicultural

  • El C.P. Celestino Mutis celebra las jornadas de interculturalidad con talleres dedicados a cada país El centro tiene alumnos de hasta doce países

Tres golpes "mágicos" en la puerta de 6º de primaria del C.P. José Celestino Mutis abren paso a la ancestral cultura China. A las tradiciones, historia y costumbres del país asiático en la que han trabajado los niños de esta clase junto a su tutor Joaquín. Dos hermanas chinas de este mismo curso, Xiao Ying y Xiao Quian son las encargadas de dar la bienvenida -en castellano y en chino- a los compañeros de 1º de primaria que entran a descubrir, atentos, algunas de las facetas más emblemáticas de esta cultura milenaria. Su vestimenta, inventos, instrumentos, alfabeto, monumentos, música e incluso juegos infantiles desfilan por este aula en un repaso exprés de unos 30 minutos de duración, al que ayer asistieron por cursos.

Ha sido importante la aportación de las hermanas, que han ofrecido material del propio negocio familiar, y han seleccionado algunos temas y juegos. También traducían a su idioma las definiciones de los símbolos y objetos típicos como el abanico, el farol, el dragón, vestidos o el calendario. "Nos ha gustado mucho mostrar nuestra cultura", dicen sonrientes.

Ayer tocó China, que concentrada en una de las aulas del centro, ha sido el último país exhibido a lo largo de una semana, en la que también han recorrido Marruecos, Rusia, Rumanía, Reino Unido, Irlanda, Portugal, Etiopía, Argelia, Perú, Estados Unidos y España, como anfitrión, al hilo de la Semana de la Interculturalidad, que celebran desde hace ocho años.

Pero no se trata de nacionalidades escogidas al azar. Son los países de los que proceden los niños del cole, de los que 25, un 15 por ciento del total, pertenecen a otros países. Así lo explica el director del colegio, Antonio Maura, quien puntualiza "que el presente curso hemos vinculado esta actividad con la que hacemos para el día de la paz", tanto por la coincidencia de fechas como por los trágicos sucesos ocurridos en Francia, dice.

"Hemos trabajado duro, pero es muy gratificante hacer estos talleres que ayudan a entender que somos distintos, pero iguales", explica Joaquín entre uno de los ocho pases de China. Y lo dice con conocimiento de causa. Sin duda Celestino Mutis es un ejemplo de centro integrador de alumnos de todas las culturas. Y se nota, "la convivencia es absoluta, al menos en estas edades".

A cada nivel educativo -desde Infantil, hasta 6º de primaria y Aula Específica- se le ha asignado un país en forma de talleres, comenta Antonio Maura. En el de Rumanía, por ejemplo, se ha tomado el mito del conde Drácula a través del castillo de Bran, cerca de Transilvania, haciendo de la puerta de la clase un puente levadizo de la fortaleza; Marruecos fue ambientada entre jaimas; de EEUU importaron sus superhéroes..., como gancho y símbolos de la cultura de cada uno. Ahora de todos.

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