El equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Cádiz ha salido al paso de la denuncia de Comisiones Obreras contra el alcalde, José María González ‘Kichi’, y varios ediles y asesores del anterior mandato por las funciones que tuvo Fernando Acuña (también denunciado), persona que fue contratada por el partido Por Cádiz sí se Puede para asuntos legales y de contratos. Este asunto está siendo investigado por la Fiscalía y ya se ha llamado a declarar a numerosos funcionarios y empleados municipales.

Acuña fue asesor durante un año y después fue llamado desde una bolsa de interinos en la que quedó tercero y pasó a trabajar como funcionario laboral en Contratación.

El gobierno local enmarca esta denuncia “en una estrategia que comenzó hace siete años y que se basa en desgastar por todas las vías que sean posibles, especialmente la judicial”. En este sentido, recuerda que llevan ya 15 a sus espaldas.

Califican como “curioso que esta ciudad se hayan hecho barbaridades con el dinero público y, sin embargo, se denuncia que un partido contrate a una persona especializada en la Ley de Contratos para asesorar a concejales de un equipo de Gobierno sin que salga un céntimo del Ayuntamiento. No hablamos de dinero público derrochado en gambas, en Campari, mamotreto o en autobombo, sino una contratación de un partido para un fin y una cuestión necesaria para el bien común”.

A juicio del gobierno local “es significativo que hasta la propia CCOO se haya desmarcado de una denuncia que no representa a este sindicato, sino que tiene otros intereses particulares”. Así, afirman sentirse tranquilos “pero enfadados” porque consideran que “es injusto porque siempre queda algo de fango, tratan de ganar en los tribunales lo que pierden en las urnas y porque siempre sufren esto quienes quieren hacer política de izquierda y transformadora”.

Desde el equipo de Gobierno se sospecha que en lo que queda de año hasta las elecciones “será así, lleno de bulos y mentiras desde las redes sociales. Lleno de denuncias falsas, lleno de odio por parte de una derecha, una extrema derecha y las plataformas satélites que nacen a su cobijo y que no tienen más proyecto de ciudad que mandar, que tener el poder y destruir un Gobierno que es más justo y busca el bien común y no los privilegios de unos pocos”.