Cádiz

Al encuentro

  • La hermandad del Rocío de Cádiz inicia el martes su camino hacia la aldea almonteña, a través del coto de Doñana, para participar en corporación en los actos en honor de su Patrona

La hermandad del Rocío de Cádiz inicia el martes el camino para participar un años más en la romería en honor de la Patrona de Almonte que se desarrollará el fin de semana próximo. Tres conocidos rocieros nos relatan su forma de vivir esa devoción.

"Para mí el momento más importante de la romería es cuando la Virgen se acerca al Simpecado de la hermandad de Cádiz y le rezamos la salve", dice el veterano rociero gaditano José Gamero Parra cuando se le pregunta por el motivo principal por el que cada año acude a la aldea almonteña para participar en los actos en honor de la Virgen del Rocío.

La devoción rociera dice que le viene de su esposa, Manuela Salas Vélez, onubense de nacimiento, cuyos padres se trasladaron a Cádiz por motivos laborales, y con la que se casó el 1 de enero de 1965 en San Severiano.

Su suegro, un experto carpintero de ribera portugués, José Antonio Salas Carrasco, que también compartía la devoción rociera, se hizo hermano en 1981 y dos años después realizó el camino, al que en 1985 se sumó él.

Desde entonces ha sido mayordomo de la junta de gobierno durante 10 años y recuerda numerosos momentos de los inicios de la hermandad, entre ellos la compra del solar de la actual casa de hermandad en la aldea, que costó 910.000 pesetas, a 1.000 el metro cuadrado, y el primer camino andando en 1.987, cuando se puso la primera piedra, incluyendo una caja de plomo con monedas de entonces y un ejemplar del Diario de aquel 12 de octubre.

En los últimos 25 años no ha faltado a ninguna romería, hace el camino en la misma carreta en la que iban sus suegros, conocida como la de Los Abuelos, ahora con sus dos hijos, Ana y José Antonio, y sus cuatro nietos.

Antonio Usal Aparicio es otro veterano rociero, aunque destaca que también pertenece desde siempre a la cofradía del Perdón, ya que nació en el arco de la Rosa, en el barrio del Pópulo.

La devoción a la Virgen del Rocío le llegó en 1984 cuando se ofreció a llevar a la aldea a un matrimonio amigo, Pepe Torres y Ana, coincidiendo con el denominado Rocío Chico, en el mes de agosto, ya que se habían comprometido a realizar una ofrenda a la imagen.

Se quedó en su coche, pero dado que tardaban en regresar decidió salir a su encuentro y llegó a la ermita, donde dice que sintió una emoción especial al ver a los dos sentados y mirando a la Virgen.

Volvió otra vez y una tercera, a la que se incorporó su esposa, María Ángeles Quirós, y Susana, la hija de ambos, a la que el santero pasó bajo el manto de la Patrona almonteña .

En 1985 se hizo hermano y desde el año siguiente ha pertenecido a los sucesivas juntas de gobierno de la hermandad, con Isaac Manuel Velázquez, Francisco Butrón Fornell, José Gordillo Flores, Pilar Rodríguez, José Antonio Tovar y Manuel Montaño como hermanos mayores.

De la romería, a la que lleva acudiendo desde 1986, destaca como momento más emotivo la Misa de Pontifical en la mañana del Domingo de Pentecostés, que concelebra en el Real el obispo de Huelva con los capellanes de todas las hermandades filiales, ante un retablo formado por todos los Simpecados.

Manuel Montaño Palma, nacido en la localidad sevillana Puebla de Cazalla, es el actual hermano mayor de la hermandad del Rocío de Cádiz, que tras la romería , concretamente el próximo 16 de julio, fiesta de la Virgen del Carmen, celebrará cabildo de elecciones para elegir a su sustituto, para lo que se perfila el actual vicehermano mayor, Francisco Ghersi García.

Con 14 años, en 1969, el mismo año que se bendijo el santuario, fue por vez primera al Rocío, acompañado de sus padres, y desde entonces no ha fallado ningún daño, incluso ha ido trabajando con la hermandad de Triana

Recuerda que fue en 1980, con la colaboración de Francisco Palomo Ruiz, un medico sevillano ya fallecido, cuando tuvo la ocasión de portar sobre sus hombros junto con los almonteños a la Virgen del Rocío, un privilegio que dice que no olvidará nunca.

Por motivos laborales, trabaja en el actual Consorcio de Aguas de la Zona Gaditana, en 1982 fue destinado a Cádiz y cuatro años después se apuntó a la hermandad del Rocío, en la que ha sido mayordomo desde 1990 a 1994, con José Gordillo como hermano mayor, cargo que ostenta ahora él desde 2007.

Pertenece también a las hermandades del Rocío de Sevilla-El Salvador, Almería y Murcia, y ha pregonado la romería en Almería, Las Palmas de Gran Canaria, Cartagena y Cádiz.

La devoción rociera la comparten su mujer, María Ángeles, y sus dos hijos, Jesús y Rocío, así como sus dos hermanos, Modesto, que reside en Tomares (Sevilla), y Ana, actualmente en la junta de gobierno de la hermandad de Almería.

A punto de afrontar su última romería como hermano mayor afirma que han sido cuatro años de muchas satisfacciones y también de muchos desvelos, porque el cargo está para eso, y añade que su mayor alegría es ver a los hermanos preocupados por la hermandad, que considera una gran familia. Para los que no lo entienden dice que el Rocío se descubre viviéndolo y compartiendo con los demás.

De la romería destaca dos momentos, la presentación ante la hermandad matriz a las puertas de la ermita, que se producirá sobre las cinco y media del próximo sábado día 11, y el encuentro de la Virgen del Rocío a hombros de los almonteños con el Simpecado de Cádiz, lo que se producirá sobre las seis de la mañana del lunes 13, entre las casas de hermandad de San Juan del Puerto y Triana, donde una almonteña, doña Micaela, acoge a las puertas de su casa a los romeros gaditanos.

En el camino de este año, a sugerencia del alcalde de carretas, Javier Gutiérrez de Gandarillas Saldaña, hijo de otro reconocido rociero, Adolfo Gutiérrez de Gandarillas, los romeros realizarán un nuevo cambio.

Como el pasado año, la hermandad será la primera el miércoles en reanudar el camino desde el Palacio de Marismilla, donde pernoctarán el martes, llegando así antes al Corral de Félix, donde pasarán la segunda noche en el coto de Doñana.

La tercera la pasarán en Guaperal, donde el viernes, a las once de la mañana, el director espiritual de la hermandad y párroco de San José, Oscar González Esparragosa, celebrará la Eucaristía, se rezará el Angelus y se realizarán los bautizos de los nuevos peregrinos.

A continuación se emprenderá el camino hacia la aldea, en lugar de almorzar en Manecorro, saliendo del parque nacional sobre las dos de la tarde para llegar una hora después a la casa de hermandad en la aldea del Rocío. Al día siguiente empieza la romería.

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