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Cádiz

La demanda impone una segunda terminal

  • La Estación Marítima se enfrentó ayer a un desembarco, un embarque y gente de tránsito

Un total de 549 personas utilizaron ayer la nueva terminal de pasajeros del puerto de Cádiz. El día de su estreno, que no inauguración, el lunes 31 de mayo, fueron sólo 154 los turistas que utilizaron estas instalaciones, los mismos que desembarcaron ayer tras finalizar la ruta que empezaron y acabaron en el puerto de Cádiz. Esos 154 cruceristas se vieron, algunos, las caras con los 156 que este primer lunes de junio empezaron sus vacaciones a bordo del Grand Voyager. A este trasiego, que se convertirá ya en algo habitual durante los próximos 14 lunes, se sumaron los pasajeros que se incorporaron a la ruta en Vigo y Madeira. En la capital olívica subieron algo menos de 250 personas y en Funchal (Madeira), una decena, los mismos más de 260 cruceristas, poco más o poco menos, que se bajaron en Cádiz para conocer su casco histórico en las escasas horas que el barco permanece en el muelle gaditano.

Realmente, la estancia en Cádiz de los llegados desde tierras gallegas no da para demasiado puesto que, como mucho, a las doce y pico deben estar ya a bordo del buque para partir de nuevo a su puerto de origen, Vigo, que es donde, para ellos, muere la ruta.

De esta manera, el mismo Rafael Barra, presidente de la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz (APBC), reconoció en su discurso de bienvenida a la tripulación del Grand Voyager que los propios cuerpos de seguridad del muelle le argumentan la necesidad de una segunda terminal, que llegará a modo de ampliación de la primera recién abierta, para evitar la mezcla de los flujos de pasajeros, tal y como ocurrió ayer en Cádiz. Así lo confirmó a este periódico un portavoz de las fuerzas del orden.

Pero se hace camino al andar y así lo demuestran los auténticos protagonistas de todo este proceso. Pero lo que importa es el rostro de satisfacción de las más de 150 personas que ayer finalizaron ruta en Cádiz, tras haberse apuntado experiencias personales con localidades como Vigo, Lisboa, Funchal, Tenerife, Arrecife o Casablanca.

Todos ellos pudieron disfrutar de un buque que, aunque no brilla precisamente por su amplitud ni por sus instalaciones, sí lo hace por el hecho de permitir al potencial crucerista gaditano iniciar y terminar ruta a pocos metros de sus domicilios particulares.

Ayer fue dia no sólo para abrir el barco a los medios de comunicación sino que también sirvió para el intercambio de metopas y agradecimientos entre el puerto de Cádiz, su Ayuntamiento e Iberocruceros. Fue la propia alcaldesa de Cádiz, Teófila Martínez la que acudió, junto a su concejal Bruno García, en representación del Consistorio. "Siempre que nos ha recibido una gran autoridad como es el caso de hoy, nos ha traido suerte", comentó el comandante del Grand Voyager, Andrea Bardi. Pues su suerte será también la de Cádiz.

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