El crucero Allure of the Seas se cobija en el Muelle de Cádiz tras salir victorioso de Navantia
El plan era zarpar sobre las siete de la tarde de de este miércoles y poner rumbo a Barcelona, desde donde iniciará una serie de trayectos por el Mediterráneo Occidental
La salida del dique 4 se pudo conseguir "contra viento y marea", como decían los prácticos en torno a las dos y media de la tarde
Así es por dentro el crucero 'Allure of the Seas'
No fallaron las previsiones hechas por Navantia y en torno a las dos y pico de la tarde, el Allure of the Seas se ponía en movimiento después de los más de 40 días que ha pasado en seco en el dique 4 de la factoría gaditana de reparaciones de Navantia.
Arrancaba sus motores, ponía a prueba sus nuevas hélices recién estrenadas y colocadas en el astillero de Cádiz, y quedaba en manos de la pericia tanto de los prácticos del puerto de Cádiz como de los remolcadores que se volcaron a tope para vencer a un Levante que, en algún momento, llegó a poner en peligro la salida de este buque.
Realmente su salida debería haber tenido lugar el pasado día 7 de abril, pero en una de las últimas revisiones que llevaron a cabo los técnicos de Navantia se dieron cuenta de que varias de las hélices de propulsión estaban en mal estado, de manera que optaron por la fórmula más inteligente que era la de sacrificar la fecha de salida inicialmente prevista, con tal de llevarse el buque listo para revista y preparado para iniciar sus rutas a lo largo de la temporada alta de cruceros que está ya iniciándose en Europa.
Se calculó que en tres días podrían tener listas las hélices pero finalmente lo hicieron en día y medio. De esta manera, si la climatología hubiera acompañado el Allure of the Seas podría haber abandonado el dique 4 de Navantia incluso en la tarde de este pasado día 8 o, a más tardar, en la madrugada del martes al miércoles. Pero el tiempo no acompañó y nadie, ni Navantia ni Royal Caribbean querían estropear un final feliz para estar larga y millonaria estancia que ha protagonizado este buque de la naviera norteamericana.
Así, sobre las dos y poco de la tarde el barco iniciaba las maniobras para salirse del cajón del dique. Y objetivo conseguido. En cuestión de poco más de una hora el buque estaba ya flotando en la Bahía de Cádiz. Ya, de momento, se había logrado sacarlo del dique, que era, por decirlo de alguna manera, la tarea más urgente, ya que la infraestructura tenía que quedar libre lo antes posible para que los trabajadores de Navantia pudieran quitar la cama utilizada para el Allure y prepararle una al próximo crucero que está por llegar: el Carnival Miracle.
Este buque tiene 294 metros de eslora, 68 metros menos que el recién salido Allure, que no es poca cosa desde el punto de vista de las maniobras y los preparativos que requiere su estancia en Cádiz. La intención inicial era que el Miracle entrara en el dique el día 11 pero parece que finalmente tendrá que hacerlo el 12 de abril por culpa del leve retraso sufrido por el Allure.
A las 18:14 horas del este miércoles, los prácticos del puerto indicaban a este periódico que el Allure of the Seas estaba llevando a cabo unas últimas tareas con sus botes salvavidas y que era cuestión de cinco minutos. Finalmente el Allure of the Seas puso rumbo a Barcelona, puerto que tomará como pase para una serie de pequeños trayectos por el Mediterráneo Occidental de no más de siete noches.
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