El dolor crónico, un problema de salud pública en España
Un estudio elaborado desde el Observatorio del Dolor de la UCA revela que el 16% de los españoles en edad adulta padece dolor crónico
Una persona sufre dolor crónico cuando lo padece cuatro o cinco días a la semana de forma constante y se ha mantenido al menos durante los tres últimos meses. Ésta es la definición que aporta la doctora Inmaculada Failde, profesora del Departamento de Biomedicina, Biotecnología y Salud Pública de la Universidad de Cádiz y coordinadora de un estudio sobre este problema que ha sido elaborado desde el Observatorio del Dolor de la UCA.
El trabajo ha dado como resultado el artículo 'A Nationwide Study of Chronic Pain Prevalence in the General Spanish Population: Identifying Clinical Subgroups Through Cluster Analysis', publicado recientemente en la prestigiosa revista Pain Medicine, y arroja distintos datos de interés. Recoge que el 16% de la población adulta española padece algún tipo de dolor crónico; que el 12% de las personas que sufren dolor crónico en este país han perdido o abandonado su puesto de trabajo a causa de este problema; que en uno de cada cuatro hogares españoles hay al menos un paciente con dolor; y que existe un porcentaje de personas que, incluso con tratamiento, sufren dolor de intensidad importante.
Estos datos son fruto de más de 5.000 encuestas, de las que finalmente se obtuvo una muestra de 2.000 personas, procedentes de toda la geografía española. Failde destaca que este trabajo se ha convertido en "una fuente de información que era muy necesaria y que esperamos ayude en su trabajo a los profesionales y a todos los implicados en el manejo del dolor". "Es más, aún estamos sacando conclusiones y más resultados de la investigación, que esperamos darán lugar a nuevas publicaciones científicas centradas en otros aspectos del dolor crónico".
Pero sin duda, la conclusión más importante que extrae la profesional de esta iniciativa es que el dolor es "un problema de salud pública en nuestro país", que afecta "tanto a los aspectos físicos como mentales, así como a los sociales del paciente que lo sufre, y que también tiene un impacto importante sobre familiares y cuidadores". Es por ello que recalca que esta enfermedad precisa de un "abordaje multidisciplinar" que vaya desde la atención primaria hasta la atención más especializada.
Failde explica que el dolor crónico puede tener varias causas, algunas más graves que otras teniendo en cuenta la mala calidad de vida que debe soportar el paciente. Así por ejemplo, existe un tipo de dolor producido por trastornos musculares o de articulaciones, como el dolor de espalda, muy frecuente a nivel laboral. Pero también es frecuente un tipo de dolor conocido como neuropático debido a la lesión de un nervio por diferentes motivos. O el producido por el cáncer, sin olvidar otro tipo de dolor que aqueja a muchas personas, como son las migrañas.
"Conocer cómo se produce el dolor crónico es un campo de investigación muy intenso en medicina, y afortunadamente los nuevos descubrimientos son esperanzadores en cuanto a su control total", expone la especialista.
También comenta que en general afecta más a mujeres que a hombres, como son los casos del dolor crónico asociado a artritis reumatoide, la fibromialgia o el dolor neuropático diabético. Pero en otros tipos de dolor más relacionados con procesos cancerosos o el tratamiento con quimioterapia pueden ser más frecuentes en hombres. Respecto a la edad, la frecuencia del dolor aumenta conforme se va envejeciendo, siendo los grupos de mayor edad los más afectados por este problema.
¿Y existen tratamientos eficaces? La profesora de la Universidad de Cádiz responde que, a pesar de las muchas opciones terapéuticas, farmacológicas y no farmacológicas que actualmente existen para el dolor, y que hay que aplicar de manera individualizada, "los pacientes se quejan de que su dolor no está lo suficientemente bien controlado". "Sin embargo -añade-, los pacientes valoran de manera muy positiva a los profesionales que los tratan". "Vivir sin dolor es el objetivo".
Este estudio surgió como primera actividad del Observatorio del Dolor -una iniciativa conjunta de la UCA en convenio de colaboración con la Fundación Grünenthal a través de la Cátedra Externa del Dolor y la Fundación Española del Dolor- a partir de la necesidad de recabar una infamación actualizada sobre este problema. El trabajo se inició hace tres años, y durante más de uno se recopiló toda la información y se analizaron los resultados. Fundamentalmente lo han realizado los investigadores del Observatorio del Dolor, y han contado con la colaboración de distintos profesionales de varios departamentos de la UCA. Concretamente del Departamento de Biomedicina, Biotecnología y Salud Pública, al que pertenece Inmaculada Failde, así como del Departamento de Neurociencias y el Área de Anestesiología del Departamento de Cirugía. La doctora incide en que el equipo de investigadores del Observatorio es multidisciplinar. De hecho, dos matemáticos, una psicóloga y una socióloga trabajan en él bajo la dirección de la especialista.
Failde apunta que este primer estudio no es más que el "punto de partida" sobre el cual seguir trabajando en el Observatorio. "Ahora sabemos dónde nos encontramos. Para seguir avanzando estamos realizando otros estudios relacionados, por ejemplo, con la percepción, conocimientos y actitudes que tienen los médicos hacia el dolor, así como el conocimiento que la población española tiene sobre el tratamiento del dolor con medicamentos analgésicos opiáceos". "También otros estudios van a ir encaminados a conocer los trastornos cognitivos (pérdida de memoria) que a veces sufren los pacientes con dolor crónico", concluye la profesora de Biomedicina, Biotecnología y Salud Pública de la Universidad de Cádiz.
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