Cádiz

"Soy cristianoy no me avergüenzo"

  • El salesiano Juan Carlos Pérez Godoy exalta la Semana Santa con un pregón incisivo

"Si es necesario, sal a la calle con pancartas y pegatinas con un letrero que diga: ¡Soy cristiano y no me avergüenzo!". El salesiano Juan Carlos Pérez Godoy exaltó al mediodía de ayer la Semana Santa de Cádiz en un texto en el que no se olvidó de la crisis económica que padecen muchos ciudadanos, donde hizo un canto contra todo tipo de violencias, incluido el aborto, al que calificó como "violencia con guante de seda", hizo una defensa del sacerdocio y del papel que estos juegan como directores espirituales de las cofradías y pidió, entre otras cosas, ejemplaridad en los cofrades para evitar que las hermandades acaben en los juzgados.

Pero si en algo incidió un Pérez Godoy que dominó a la perfección su discurso fue hacer una llamada a los cofrades y, en general, a todos los cristianos "a decir públicamente lo que creemos, a mantener las convicciones de nuestra fe, aunque sea a contracorriente en estos tiempos". Por ello pidió a los cofrades a "exigir" una educación religiosa "para tus hijos conforme a tus convicciones", o contribuir "generosamente" al sostenimiento de la iglesia y sus instituciones sociales y de caridad". También que denuncien "ese marasmo de hedonismo y mediocridad que está minan el profundo y auténtico sentido de la vida" y el "boicot" a la telebasura, a las drogas, al sexo fácil "descomprometido y sin amor". Porque como dijo el pregonero "no permitamos volver al tiempo de las catacumbas ni a que nos encierren en las sacristías".

Fue una mañana de exaltación y de reivindicaciones en un Teatro Falla atestado de gente y con un palco oficial presidido por el obispo de la Diócesis de Cádiz y Ceuta, Rafael Zornoza Boy, que dirigió el rezo del ángelus, la alcaldesa de Cádiz, Teófila Martínez; y el presidente del Consejo Local de Hermandades y Cofradías, Martín José García Sánchez.

Fue un pregón a ratos reivindicativo, en otras ocasiones personal y en otras literario. Pero todo con un único objetivo, dedicado a los jóvenes "que son la esperanza de un futuro nuevo" y especialmente a los de la casa salesiana de Cádiz.

Fue la confesión de un hombre que se encomendó a la Virgen del Rosario, a la que profesó gran devoción desde su Burguillos natal y que se mostró agradecido con sus padres que "me enseñaron la fe en el Señor y el amor a la Virgen del Rosario". Un hombre en el escenario del Falla vestido de sacerdote con su alzacuellos y la medalla en el pecho de su padre, "sobre el corazón que es donde mira Dios la bondad de cada hombre".

Cádiz te enseña a ser "según Cristo" y entre todos ellos se detuvo un buen tiempo en Nuestro Padre Jesús del Amor Despojado de sus Vestiduras, el de la cofradía que nació en el colegio salesiano y del que actualmente es el director espiritual. Recordó que él participó en la primera salida a la calle: "Ayúdanos a mostrarnos disponibles y fortalécenos para que podamos acercar tu rostro de amor compasivo y misericordioso a quienes, injustamente en este mundo, han sido despojados de su dignidad".

A partir de ahí empezó un recorrido por los distintos cristos y cofradías para describir un "Cádiz, pasión de amor". Una paz que nos pregona el Señor que sale cada Domingo de Ramos del Carmen "contra toda clase de violencia", entre las que enumeró la que se produce entre los pueblos, la doméstica y machista, la que se hace por causas religiosas, la terrorista, "la que anida tantas veces en nuestros corazones egoístas, la violencia que "a hierro mata" aunque con guante de seda cuando se viste de aborto y eutanasia, la violencia que es el arma de quien no tiene razón".

También hizo un guiño a los cargadores: "pues no cabe mayor honor que estar bajo tus pies, bajo tus hombros y tu espalda para aliviarte la carga de esa cruz escandalosa" y añadió que cargar "es oración".

Pérez Godoy tampoco se cortó y de manera muy elegante dio tirones de orejas contundentes a los cofrades, ya que le llama la atención "los conflictos" en algunas de estas corporaciones: "No debiera haber más hermandades intervenidas. No más denuncias entre hermanos. No más hermandades en los juzgados. Quienes desde fuera nos contemplan se escandalizan pues con estos comportamientos mostramos desgraciadamente el mensaje contrario que queremos anunciar y que es el fin de nuestras hermandades: promover la vida cristiana de los hermanos en el culto fraterno a los titulares y la práctica de la caridad".

Por ello pide que la misericordia y perdón "han de reinar en nuestras casas de hermandad", dejando de lado otros intereses como "el deseo de figurar" y "desterrar esas tozudas posturas de posesión de la verdad en exclusiva". Con estas dos cualidades, misericordia y perdón, "muchas cosas cambiarían en nuestras hermandades".

Y en ellas también tienen un papel fundamental los sacerdotes y, en este caso, los directores espirituales: "Cuanto bien puede hacer un buen sacerdote". En este sentido, entre muchas de sus funciones está la de ser "el primer y más adecuado catalizador para armonizar y conciliar posturas, sin olvidar cuánto puede ayudar a los hermanos a vivir y sentirse Iglesia".

"Cádiz, muerte que da la vida" fue el capítulo dedicado a los crucificados y allí explicó con el corazón abierto su experiencia como penitente o nazareno de fila en la hermandad de Piedad tras expresar en un artículo de Diario de Cádiz que uno de sus deseos era vivir esta experiencia. Piedad no sólo se lo ofreció sino que también le hizo vivir un momento que todavía le emociona, trasladar al Cristo desde las cruz procesional a la que permanece expuesta a los devotos durante todo el año en Santiago: "Que siempre estás en mis brazos, oh mi Señor de Piedad, cuando alzo la Eucaristía, sacramento de unidad".

En un pregón dedicado a los jóvenes también hubo una parte importante para ellos y les dijo que "os puedo asegurar que trabajamos por una Iglesia cada vez más cercana a los jóvenes".

Del Hijo a la Madre, "Cádiz, Iglesia Triunfante tras el Señor" para hacer un recorrido por las distintas advocaciones marianas y acabar con la marcha Cádiz cofrade tocada al piano con un homenaje a muchos cofrades gaditanos que ya han desaparecido. La Semana Santa ya está anunciada. Así lo ha dicho el pregonero.

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