No está el ambiente todavía precisamente para fiestas en el sector del ocio nocturno en Andalucía, uno de los más castigados, si no el que más, a consecuencia de las restricciones impuestas desde que estallase la pandemia. Al menos mientras se mantenga el cierre obligatorio a las 2:00 horas, como parece claro que será al menos durante las próximas dos semanas.

“Con este horario, el 30% o el 40% de las discotecas y salas de fiesta van a tener muy complicada la apertura”, avanza Alexis Ruiz Martín, presidente en Andalucía y la provincia de Cádiz de la asociación que representa a los empresarios de este tipo de establecimientos dentro de Horeca. Se trata de un sector que aglutina a más de un millar de locales en toda la comunidad autónoma y emplea a entre 10.000 y 20.000 personas. Sólo en territorio gaditano son más de un centenar de establecimientos, que contratan a entre 1.000 y 2.000 trabajadores. De las cifras que aporta Ruiz Martín podría deducirse que entre 3.000 y 8.000 bármanes, camareros, sonidistas, pinchadiscos, vigilantes, limpiadores y artistas podrían continuar en el paro o en el erte mientras dure esta restricción horaria.

“Discotecas y salas de fiesta abren, como muy pronto, a las ocho de la tarde o las diez de la noche, pero la mayoría lo hace después de las cenas, a partir de la medianoche, en circunstancias normales, hasta las seis de la mañana entre semana y las siete, los fines de semana; con lo cual, la actividad se reduce a menos de dos horas”, explica a este periódico el representante del sector.

“Abrimos después de más de un año cerrados, salvo durante un escaso mes y medio del verano pasado, también con restricciones horarias”, recuerda. “De manera que una vez ya muy avanzado el proceso de vacunación teníamos muchas expectativas puestas en la desescalada, pero nos han defraudado”, confiesa Ruiz Martín. “Ya no se trata de ganar dinero, sino de no seguir perdiéndolo. Porque seguimos sin ayudas. Estamos luchando por sobrevivir”, añade.

Y es que lo único que llegó a ofrecer el Gobierno andaluz a estos empresarios y a los de los parques infantiles fue una subvención en pago único de 4.000 euros para el alquiler. Una cifra ni siquiera testimonial dado precio de los alquileres de los locales que albergan esta actividad. E inaccesible, además, para quienes operan bajo el paraguas de una sociedad, porque estaban destinadas a autónomos al frente de sus negocios de manera unipersonal. De las ayudas del Gobierno central, como en el resto de los sectores, nada se sabe.

Alexis Ruiz se enerva cuando le hablan del reciente ‘permiso de baile en espacios abiertos’. “¿Pero es que no saben qué es una discoteca?, ¿a que legislación y a qué medidas de control del sonido están sujetos nuestros locales? ¿no saben que no existen discotecas al aire libre?”.

Respecto al impacto de estas restricciones en el descenso del número de contagios, el portavoz de los empresarios lo tiene claro: “¿No se dan cuenta de que no somos el problema, sino la solución a todos esos botellones y fiestas en pisos y chalés que se están celebrando sin ningún tipo de medidas de prevención?”.

Por último, el representante del sector del ocio nocturno andaluz llama la atención sobre su vital importancia en el despegue de otro, el turismo, que es pilar económico en la comunidad autónoma. “No hay destino turístico de primer orden que no brinde una oferta de entretenimiento agradable y de calidad, también por la noche”, apunta Ruiz Martín.