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Cádiz

Las consecuencias de una zambullida en aguas poco profundas

  • Facultativos de la Unidad de Cirugía de Columna del Hospital Puerta del Mar alertan sobre la importancia de prevenir lesiones medulares graves

En Cádiz, la población se incrementa en verano, y también la práctica de deportes acuáticos y de riesgo. Esto conlleva el aumento de lesiones que, en ocasiones, llegan a ser graves. Desde la Unidad de Cirugía de Columna del Servicio de Traumatología del Hospital Puerta del Mar quieren alertar sobre esta cuestión y sus facultativos aportan pautas para prevenir las lesiones graves de columna vertebral, especialmente las cervicales, que pueden incluir lesiones medulares permanentes.

El director de la Unidad de Aparato Locomotor del centro sanitario gaditano, José Antonio Andrés García, junto con los médicos que forman parte de la Unidad de Cirugía de Columna, Gaspar García Guerrero, Claudio Cano Gómez y Tomás Vela Panés, señalan que las tres causas de traumatismos raquimedulares o vertebromedulares son accidentes de tráfico, precipitaciones o caídas de altura y zambullidas en aguas poco profundas. Afirman que para las dos primeras, existen medidas y campañas de prevención específicas, mientras que para los accidentes producidos por la realización de actividades al aire libre "no existen medidas de prevención e información". Esto es algo que les preocupa, ya que la mayoría de las playas de la provincia de Cádiz son de aguas poco profundas y el peligro que hay de lesiones raquimedulares graves por zambullidas es muy grande.

Estos doctores indican que anualmente atienden en el Hospital Puerta del Mar 25 lesiones medulares traumáticas por cada millón de habitantes. De ellas, entre tres y cinco son por zambullidas, "ocasionando lesiones muchas veces irreversibles y con grandes secuelas funcionales para el accidentado".

Por eso, estos profesionales ven muy importante que se promuevan campañas de prevención e información en los lugares donde se suelen producir estas lesiones, es decir, en playas, piscinas y parques acuáticos. Esto incluiría señalizaciones en estos lugares que informen del riesgo de zambullidas en aguas profundas, además de alertas por megafonía.

Explican que un golpe directo sobre la cabeza, sobre todo en flexión, con una roca, el fondo o el borde de una piscina, o con la arena de la playa -especialmente cuando hay oleaje que se retira el agua-, provoca la lesión que más puede dañar una vértebra o la médula espinal (lesión vertebromedular aguda de origen traumático). "Eso puede dejar tetrapléjica a una persona, y todos los veranos hay alguno en Cádiz", indica Claudio Cano. "Eso deja una vida rota, provoca un drama familiar y el impacto socioeconómico que ocasiona para el sistema sanitario público es grandísimo", apunta Gaspar García.

Los profesionales de la Unidad de Cirugía de Columna reconocen que en los últimos años han disminuido estas lesiones gracias a algunas medidas de prevención, sobre todo en los casos de accidentes de tráfico y laborales, "pero no podemos estar conformes mientras haya lesiones evitables, por eso esta unidad quiere prevenir para que no ocurran", afirma José Antonio Andrés.

Estos médicos destacan especialmente la costumbre de algunos chicos jóvenes que en las playas entran corriendo en el agua y dan una voltereta en la orilla. "Ese es ahora mismo el prototipo de bañistas de riesgo de estas lesiones. La mayoría son adolescentes y jóvenes de sexo masculino", declaran, insistiendo en que la única forma de prevenir las lesiones es "no tirarse de cabeza en aguas poco profundas ni dar volteretas en la playa".

Señalan la importancia de que las autoridades competentes o los responsables de playas y lugares de baño se impliquen en la prevención de estos accidentes y consideren la necesidad de informar sobre estos riesgos. Indican que esto es algo que hace ya 30 años se tenía en cuenta en otros países, en cuyas playas se exhibían carteles informando del peligro de las zambullidas en aguas poco profundas, junto con la información del significado del color de las banderas, entre otras cosas.

El Hospital Puerta del Mar cuenta desde 1990 con una unidad para atender a los lesionados vertebromedulares. Esta unidad de cirugía de columna continúa el trabajo que iniciaron hace 30 años los doctores Julio Rodríguez de la Rúa Fernández y Justo Juliá Bueno. En este equipo trabajan conjuntamente especialistas de UCI, Rehabilitación y de la Unidad de Columna de Traumatología. Se trata de una de las cuatro unidades que existen oficialmente en el territorio andaluz, dentro del Plan Andaluz de Accidentabilidad, y es una de las que cuenta con mayor experiencia a nivel nacional.

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