Miembros del grupo de taxistas que continúan vigilando que los conductores de Uber no les hagan competencia desleal afirman que “siguen campando a sus anchas, captando clientes circulando por la calle, en zonas de gran afluencia de público y con el coche estacionado, con la aplicación abierta”.

De hecho, aseguran que detectaron a dos de estos vehículos en los alrededores de la Plaza de las Flores y el Mercado Central y muy cerca del Museo de Las Cortes de Cádiz, donde aseguran que no pueden operar.

“En los dos casos estaban captando clientes a través de la aplicación”, afirman. “La novedad –dicen– es que la apagan y encienden para que dé una localización errónea del vehículo”.

“Como saben que no tienen autorización para captar clientes ni por la calle ni en zonas de máxima afluencia, como la estación o el muelle, muchas veces se esconden en aparcamientos”, explicó uno de ellos a este periódico. Algunos se refugian en El Puerto, Puerto Real o Jerez. “De cara al público estamos quedando como los malos. Es la misma estrategia que han seguido en otras ciudades”, añadió un compañero.

Pese a que dos conductores de Uber han presentado denuncias contra dos taxistas por supuestas coacciones, este grupo sigue localizando vehículos de la plataforma estadounidense que, a su juicio, están infringiendo la normativa con el fin de informarles y disuadirles de que sigan haciéndolo.