Cinco años. El próximo 2 de noviembre se cumplirá un lustro del traslado de la comunidad educativa del colegio público Carola Ribed al complejo educativo que actualmente ocupa en los antiguos terrenos de Varela. El cambio de equipamiento no sólo supuso dejar atrás un obsoleto y deficiente edificio para estrenar unas flamantes instalaciones educativas, sino "una gran mejora en todos los aspectos", como asegura el director de este centro de Educación Infantil y Primaria, José Fernández.

"Indudablemete, la mudanza a este inmueble ha supuesto un cambio sustancial para nuestra comunidad, empezando por unas instalaciones de mayor calidad, pero no ha sido lo único. El cambio de edificio permitió el aumento de los recursos, el incremento de nuestra oferta de plazas y la conformación de una plantilla más estable, entre otras cosas", explica el máximo responsable del Carola Ribed.

Sobre el incremento de la oferta educativa, resalta que en 2006 el centro contaba con 141 alumnos matriculados y que actualmente se contabilizan 215 escolares. Este considerable aumento de estudiantes ha supuesto que ese centro educativo que solo cuenta con cinco años de vida se haya quedado ya pequeño, como asegura Fernández. Existe la posibilidad de ampliar el inmueble con una nueva planta, pero por el momento la Administración educativa no baraja esa opción.

Lo que sí espera el equipo directivo de esta escuela de titularidad pública es que Educación acometa trabajos aún pendientes en el complejo educativo, como la insonorización y la ventilación del pabellón del complejo educativo. Asimismo, apunta el director que ha surgido una grieta en el fondo de la pista deportiva y espera que sea corregida en las próximas semanas.

Otro asunto que tanto el profesorado como los progenitores con hijos en el centro esperan que se solucione es el de la falta de recursos para atender a los alumnos con necesidades educativas especiales. El pasado curso, en mayo, la Asociación de Madres y Padres de Alumnos (AMPA) del Carola Ribed ya expresó sus quejas ante el insuficiente número de profesionales especializados en atender a estos menores, que en esta escuela suman 28. Este problema persiste, e incluso se ha agravado con la reducción de un profesor en plantilla.

El próximo lunes, el colegio Carola Ribed volverá a abrir sus puertas para acoger a su alumnado. Atrás queda ya el recuerdo del otro edificio, que fue uno de los primeros equipamientos que se construyeron en la ciudad tras la devastación producida por la explosión de la Base de Defensas Submarinas en agosto de 1947. El centro, una pequeña escuela, fue patrocinado por la esposa del entonces gobernador Carlos María de Valcárcel, Carola Ribed. De ahí su nombre.