Una comisaría sin calabozos

El cambio de sede de la Comisaría Provincial no va a solucionar al completo los problemas de la Policía Nacional en Cádiz. En ocasiones incluso va a originar inconvenientes añadidos a los que actualmente ya se enfrentan policías y ciudadanos con las precarias instalaciones del edificio de la Avenida principal. La nueva sede bajo el Pirulí, que estos días se está ultimando para proceder al traslado de las dependencias policiales, 'olvida' unas estancias fundamentales en una comisaría: los calabozos. Estas unidades destinadas a la estancia de los arrestados cuando la situación lo requiera no se contemplan en el edificio de la calle Santa María Soledad, teniendo en cuenta entre otras cuestiones que unas dependencias así requieren unas condiciones y dimensiones que vienen especificadas en los reglamentos actuales y que no pueden dotarse en las cuatro plantas con las que contará la sede policial.

Según han indicado fuentes del Sindicato Unificado de la Policía, ante la ausencia de calabozos en la comisaría provisional, se plantean dos opciones para proceder al arresto de una persona. O bien trasladarlo a la comisaría de la vecina localidad de San Fernando, que sí dispone de dependencias apropiadas; o bien utilizar -"muy a las malas", precisan desde el SUP- los calabozos de la Comandancia de la Guardia Civil.

Estas alternativas generan problemas, según explican desde el sindicato policial. Así, la opción de la comisaría de San Fernando obliga a la policía a trasladar a los arrestados "por una autovía", con los riesgos que implica tanto de la seguridad del detenido y de los propios agentes "además que se pierden efectivos en la ciudad mientras se lleva a cabo ese traslado", indican desde el SUP. Por su parte, el traslado a los calabozos de la Guardia Civil obligaría "a habilitar un dispositivo especial para atender ese arresto", algo que el sindicato considera del todo inviable con la falta de personal de la que adolece Cádiz.

Estos problemas llegarán en un futuro muy próximo, según aventuran los sindicatos. Por el momento, se sigue utilizando la planta sótano de la sede policial de la Avenida. Aunque el SUP alerta del mal estado que presentan estos calabozos, que en muchos casos se encuentran apuntalados y con problemas de humedad o de otro tipo. "Ya no cumplen las condiciones actuales, pero por el momento es lo que seguimos utilizando, hasta que nos indiquen que esa planta tiene que dejar de utilizarse por su mal estado", señalan.

Ante esta situación, son varios los escritos que se han enviado a la Dirección General de Policía "desde hace varios meses" solicitando que el traslado de sede incluya también calabozos. Pero el SUP lamenta que de momento "está todo parado", algo que achacan a la situación de un gobierno central en funciones desde hace casi ocho meses. "Nadie se decanta ni mueve un dedo", denuncian en el sindicato, que consideran que "tenemos un gran problema y nadie nos da solución". Una solución que pasaría, como mínimo, por ampliar la inversión en el edificio del Pirulí para dotarlo de calabozos, que es lo que requiere una comisaría de Policía.