La alta participación de la comunidad universitaria en general en esta segunda vuelta, con nada menos que un 28,82% de implicación, y la del alumnado en particular, con más de un 22%, se han revelado como los principales factores que han alzado a Paco Piniella como vencedor de estas elecciones a rector de la UCA.

Pero detrás de todo ello está también el atractivo que ha ejercido entre el electorado más joven una candidatura que durante toda la campaña se ha presentado como la única alternativa, la única en la que no figuraban miembros de anteriores equipos de Gobierno. Porque tanto Casimiro Mantell como Miguel Ángel Pendón habían sido vicerrectores con Eduardo González Mazo.

Otro de los factores que parecen determinantes en este resultado es la calificación obtenida por Paco Piniella en la evaluación a la que sometió a los tres candidatos a rector el Consejo de Estudiantes, que le otorgó la máxima puntuación después de comprometerse a cumplir todas y cada una de las 85 reivindicaciones y demandas que le hicieron llegar.

Por último, cabe reseñar que si bien todas las candidaturas llevaban en su programa medidas de lucha contra la precariedad laboral, ha sido la de Piniella la que ha conseguido que calen más profundamente en el electorado.

Como también parece ser la que mejor ha convencido de que es necesario que la institución mejore por igual en los cuatro campus universitarios de la provincia: “La Universidad debe seguir avanzando, pero de una forma más compensada. Que crezcamos todos a la vez en servicios a los estudiantes, en grupos de investigación y en personal, que es uno de los grandes problemas”, dijo en declaraciones a este periódico, destacando la precariedad laboral de buena parte del profesorado y del PAS.