El tramo atirantado del segundo puente se aproxima a su ecuador

Los avances en el segundo puente, la obra civil más importante que se lleva a cabo en el país, son visibles ya desde toda la Bahía. La silueta del viaducto va cogiendo forma más allá del esqueleto de sus pilares y el tramo atirantado se acerca a su ecuador. De las 61 dovelas de que consta, más la clave, de mucho menor tamaño, en estos momentos hay colocadas 27, 15 en la pila 13, la que se alza sobre los terrenos de La Cabezuela y una docena en la pila 12 que se eleva desde el mar. El ritmo de colocación ha aumentado considerablemente desde que los cuatro carros de izado fueron colocados en las pilas centrales.

Desde que hace año y medio comenzó el proceso de izado de las dovelas, el más complejo de lo que queda de la obra actualmente, el ritmo ha ido acelerando progresivamente. De la decepcionante cadencia de los primeros meses, de noviembre de 2012 a marzo de 2013 apenas se colocaron cuatro dovelas, al ritmo actual hay un abismo. Tanto es así que en estos momentos sólo restan tres dovelas por colocar en la pila 13 para que enlace con la 14. Cada dovela tiene un longitud aproximada de 20 metros, aunque las que llegan a las pilas son sensiblemente más pequeñas.

Y eso que en las últimas semanas no han podido izar ninguna nueva estructura por culpa del fuerte viento de levante, que ha retrasado el plan previsto.

El tramo atirantado finaliza por la orilla gaditana en la pila 10, que se une a la 9 con el tramo desmontable que ya está construido y descansa en el Bajo de la Cabezuela. Por el lado puertorrealeño los tirantes se prolongan hasta la zona que va entre la pila 15 y la 16, que es donde se hace la transición entre el atirantado y los tramos de hormigón sobre los que también se trabaja a buen ritmo, con decenas de operarios esforzándose en varios turnos.

De las dos pilas centrales, la que va más adelantada es la 13. No sólo porque al estar en tierra el ritmo de elevación de las dovelas y de los carros de izado fue superior, sino porque además las operaciones en la pila 12 arrancaron más tarde. Incluso ahora se ve como el tramo que sujeta la pila de la Cabezuela es superior en unos 60 metros al de la pila que está en el medio.

En cuanto al tramo desmontable, el Ministerio de Fomento está realizando estudios para saber cuándo sería más indicado colocarlo. No hay fecha prevista, ni prisa, porque está realizado y para su montaje sólo sería necesario que llegaran las grúa-barcazas que lo trasladarán de la Cabezuela a la orilla gaditana. Puede que a lo largo de estos próximos meses de verano se decida aprovechar el buen tiempo para llevar a cabo la operación que dotaría al tablero que parte de la capital gaditana de más continuidad, ya que en estos momentos se detiene en la pila 9.

Si la meteorología acompaña y los vientos no soplan con demasiado fuerza en los próximos meses, cuando llegue el otoño podrá verse que el segundo puente enfila ya su tramo final, a falta de trabajos auxiliares.