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La industria naval

El día en el que Cádiz ardió tras anunciarse el cierre de su astillero

  • Hace 25 años más de 100.000 personas salieron a la calle en defensa de la industria naval

  • La presión social y política evitó la clausura de las factorías de la Bahía

Intento de asalto de la sede del PSOE en Cádiz tras los disturbios por el cierre de la factoría.

Intento de asalto de la sede del PSOE en Cádiz tras los disturbios por el cierre de la factoría. / Julio González

La defensa de la factoría naval siempre ha sido una prioridad para los gaditanos. Cada vez que su futuro ha estado en peligro, o la ausencia de nuevos proyectos ha reducido la carga de trabajo, la ciudadanía ha salido a la calle en señal de protesta y de solidaridad.

Los años ochenta fueron muy intensos y conflictivos desde que se iniciaron los procesos de reconversión en toda la industria naval, hasta entonces el referente laboral de toda la Bahía. Si en aquella época estuvieron a la orden del día duros enfrentamientos entre trabajadores, vecinos y la Policía, con quema de autobuses, contenedores e incluso lavadoras tiradas desde las ventanas, a mediados de los años noventa la eterna crisis alcanzó su cenit.

En el verano de 1995 se anunció una nueva reconversión laboral, presionado el Gobierno por Europa, metidos en una profunda crisis económica que llevaría al PSOE, entonces en el gobierno central, a una derrota un año más tarde, y con una demanda de nuevos proyectos muy limitada.

Se anunciaba por parte del Instituto Nacional de Industria la pérdida de 1.300 empleos en la Bahía. Como repulsa, más de cien mil personas salieron en manifestación por la Avenida de Cádiz en defensa de sus astilleros. Hace hoy 25 años. Una de las mayores marchas vividas en la ciudad, sólo igualada por otras en defensa del empleo o de la democracia, tras el intento golpista del 23 de febrero de 1981.

La masiva marcha sorprendió a Madrid. El INI aceptó sentarse a negociar. Pero cuando se levantó, apenas unas semanas más tarde, no le tembló el pulso a la hora de ordenar el cierre de Astilleros de Cádiz. Y fue entonces como la Bahía explotó.

Justificaba el Gobierno que había que cumplir los compromisos con Bruselas. Jesús Gargallo, histórico líder del movimiento sindicatos en el Astillero ya fallecido, recordaba en 2008 que "en el Ministerio nos dijeron que Astilleros estaba virtualmente cerrado a no ser que se produjese un conflicto social grave que evitase un cierre traumático".

Y se produjo, hasta el punto que la sede del PSOE en Cádiz en la plaza de San Antonio estuvo a punto de salir ardiendo tras un intento de asalto por manifestantes, junto a duros enfrentamiento en otros puntos de la ciudad.

La presión de la calle, la presión de los ayuntamientos de la Bahía y del propio PSOE de Cádiz y Andalucía, con la Junta a la cabeza, pararon el golpe. Eso sí, dejando en la calle a 500 trabajadores.

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