El arzobispo de Génova se queda
La oposición tumba la propuesta de laicidad del equipo de gobierno
Miradas al techo. Concejales buscando con detenimiento. Trivial gaditano en mitad del Pleno. Hasta ayer no había sido más que otro personaje histórico de los que se reúnen en el Salón de Plenos cada vez que se enciende la luz de la principal estancia del Ayuntamiento. Pero ayer, aunque fuera por unos minutos, el arzobispo de Génova se convirtió en el protagonista. "¿Qué hacemos, lo mantenemos ahí o lo quitamos?", preguntó el concejal socialista, José Pacheco.
Al igual que esta pregunta, que hace referencia a un medallón con el retrato pintado del arzobispo de Génova que luce el techo del Salón de Plenos, se lanzaron otras: "¿Qué hacemos con el Hércules rezando en el templo de Melkart, lo quitamos? ¿Retiramos del Museo de Las Cortes el mascarón de proa con la imagen de la Virgen del Rosario? ¿O el libro de Fray Gerónimo de la Concepción, Cádiz emporio del Orbe, de la Biblioteca Municipal?", se preguntaba Juan Manuel Pérez Dorao. "¿Y la iluminación de Navidad, es religiosa? ¿Y la recepción a los Reyes Magos? ¿O la propia cabalgata, con los kilos de caramelos que compra el Ayuntamiento, tendríamos que dejar de hacerlo?", añadía luego el concejal socialista José Pacheco.
La laicidad ansiada por Podemos y Ganar Cádiz (más por los segundos que por los primeros) chocaba frontalmente contra el patrimonio, la cultura o la tradición de la ciudad más antigua de Occidente. ¿Cómo retirar de los edificios municipales todos los símbolos religiosos, sin distinción?
Este choque de intereses se planteaba también con la segunda parte de la propuesta: que no haya representación municipal en las manifestaciones religiosas.
La concejal Eva Tubío esgrimió una serie de cifras relacionadas con la Iglesia -"el número de católicos practicantes ya no llega al 20%", "hay más bodas civiles que religiosas hoy", o "la incidencia de la Religión ya no es la que nos quieren hacer creer algunos sectores", según afirmó la edil de Ganar Cádiz- para defender esa laicidad que ella vinculó a la democracia. "Un Ayuntamiento no debe albergar expresiones que incluyan a unos y excluyan a otros; ni un Crucifijo, ni una media luna ni una estatua de Buda", dijo.
Y a estas cifras respondió Ciudadanos con otra: "25.000 gaditanos pertenecen a hermandades". "¿Debemos dejar de ir a esas representaciones cuando nos inviten?", se preguntaba Pérez Dorao, que concluyó el debate alegando que los concejales de la Corporación "representamos a la ciudad, y allá donde nos inviten tendremos que ir, porque no hacerlo por el hecho de que un colectivo es religioso sería discriminatorio".
Para el PP, esa propuesta de aconfesionalidad revestida luego de laicismo es un ejemplo más "de las prohibiciones de la izquierda cuando no le gusta algo", advirtiendo Romaní "que a este grupo nadie le va a impedir asistir a ningún acto".
Durante una hora se estuvo debatiendo este asunto, entre alusiones del PP a Pablo Iglesias, de Podemos al Papa Francisco, o de Ganar Cádiz al obispo Zornoza. "Está la ciudad expectante de que hablen de esto", ironizaba al principio del debate Pérez Dorao, ante la atenta mirada del arzobispo de Génova, que por ahora se queda en el Salón de Plenos.
También te puede interesar