Se agrava la misteriosa desaparición de plazas de aparcamiento en Bahía Blanca de Cádiz

El Ayuntamiento ha pintado de amarillo el acerado de varias zonas del barrio para prohibir no sólo el estacionamiento de coches sino, ya también, de motos

Los vecinos piden una justificación convincente al Ayuntamiento, ya que están pagando más de 70 euros al año por una zona naranja que disminuye más cada temporada

Misterio en Bahía Blanca

Uno de los tramos de la calle Hibiscos en los que se ha prohibido también el aparcamiento de motos en cordón
Uno de los tramos de la calle Hibiscos en los que se ha prohibido también el aparcamiento de motos en cordón / Joaquín Benítez

Cádiz/Aumenta la preocupación y la incertidumbre entre los habitantes de la zona residencial de Bahía Blanca de Cádiz. Si en días pasados varios ciudadanos residentes en esta zona de la ciudad mostraban su inquietud por la actitud del Ayuntamiento de Cádiz que cada día resta una zona de aparcamientos a este barrio de extramuros, este viernes el misterio o la "fantasmaad" de los responsables de la Corporación municipal encargados de decir el color con el que se pinta el acerado y dónde se colocan las señales de prohibido aparcar.

Sobre la primera cuestión podría incluso tener un razonamiento médico ya que de todos es sabido que hay una malformación genética visual que se llama daltonismo y aquellas personas, todos hombres, ya que las mujeres trasmiten pero no la padecen, por lo que las concejalas del equipo de gobierno de Bruno García quedarían exentas de esta sospecha, que la padecen son incapaces de distinguir entre una zona roja y una zona naranja o una zona amarilla de una roja. Por ahí podría salvarse e incluso excusarse estes virus que está afectando a Bahía Blanca y que está dejando al barrio cada día con menos espacios para aparcar los vehículos.

Pero si en plena Semana Santa y con alevosia e incluso posiblemente con nocturnidad aparecieron varias zonas donde hasta antes de esas fiestas se podía estacionar y que, de pronto y porrazo, aparecieron pintadas de amarillo y con señales de tráfico que prohibieron de manera taxativa y bajo la amenaza de multa aparcar vehículos, a pesar de que hasta horas antes eran zonas naranja especialmente pensadas para que los vecinos y residentes pudieran aparcar sin problemas.

Otro de los tramos de la calle Hibiscos en los que se ha prohibido también el aparcamiento de motos en cordón sin previo aviso
Otro de los tramos de la calle Hibiscos en los que se ha prohibido también el aparcamiento de motos en cordón sin previo aviso / Joaquín Benítez

Pues la situación se ha agravado y ha aumentado la inquietud y la desinformación entre los habitantes de Bahía Blanca que ya no se fían y se acuestan intranquilos sin saber si el lugar en el que han dejado el coche o la moto de noche puede mutarse en una zona prohibida de la noche a la mañana y sin previo aviso. Eso es precisamente lo que ha ocurrido con varias bolsitas de aparcamiento sólo para motos en cordón ubicadas en un tramo de la calle Hibiscos.

De todos es sabido en el barrio que en esa zona y a la vista del ancho con el que cuenta la calle no era posible poner aparamientos en los dos márgentes de la calle, pero el Ayuntamiento de José María González Kichi tuvo la feliz idea de dejar uno de los márgenes de Hibiscos con pequeños espacios válidos sólo para aparcar motos. Pues era una buena solución para los muchos ciudadanos del barrio que aún se desplazan en moto por la ciudad a la vista de que cada vez es más complicado o imposible circular, o mejor dicho, aparcar un coche en cualquier espacio de la ciudad sin tener que abonar algún tipo de impuesto o tasa.

Esta prohibición respaldada por el Ayuntamiento de Cádiz ha dejado el barrio con, al menos una docena de espacios menos para el aparamiento de motos, de manera que ya no hay manera de aparcar motos en la calle Hibiscos, ya que, por naturaleza aparcar una moto en una zona roja, verde o azul está también del todo prohibido. Esto obliga a tener que llevar estos vehículos de dos ruedas hasta el final de la calle Tamarindos, a dos pasos de la Puerta de Tierra. Esto provoca no sólo que haya que andar más, algo que, a veces no viene mal para la salud, sino que los vehículos quedan estacionados en lugares más desamparados y se convierten en objetivo de los ladrones de motos que, por temporada, campan a sus anchas por la ciudad con total impunidad.

De esta manera, según indicaban varios vecinos del número 6 de la calle Hibiscos que estaban reunidos en plena calle hablando sobre este tema, no va a haber más remedio que enviar una misiva al Ayuntamiento para, al menos, mostrarle la preocupación y la impunidad ante la que se encuentran estos vecinos que ven que el misterio aumenta y que la desaparición empieza ya a quitarles no sólo las plazas de aparcamiento sino también el sueño.

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