Afanas Cádiz reduce su deuda a cero en ocho años

Es una de las asociaciones más importantes de la Bahía. Realiza una impagable labor social, de inclusión y formación a menores y adultos con algún tipo de discapacidad intelectual desde el año 1964 y se llama Afanas Cádiz.

Es una de esas entidades que todo el mundo conoce y reconoce. Y, ahora, es uno de esos centros que puede presumir de gestión. Porque ha pasado de acumular una deuda de 1.160.946 euros en el año 2017, a dejarla a cero en este 2025.

Todo un hito resultado del esfuerzo de los socios y del equipo que forma la Junta Directiva, que fue reelegido el pasado 30 de junio y que vuelve a confiar como presidente en José Javier Díaz Fernández, quien obtuvo el 96,66% de los votos. Le acompaña como vicepresidenta Esperanza Yuste Romero; como secretario José Manuel Torrejón García; como tesorera Leonor García Gil y como vocal José Luis Vega Rodríguez.

Todos ellos tienen un familiar en el centro, tal y como recogen los estatutos, y conocen bien cómo funciona y cuáles son sus necesidades. José Javier Díaz resalta que “la administración de Afanas hace ochos años era manifiestamente mejorable. Había un caos económico del cual no se podía levantar cabeza y no había dinero para pagar tanto personal”.

Así, la nueva Junta Directiva se dispuso a cambiar radicalmente ese panorama. “Lo primero que hicimos fue modificar la gestión, organizando bien las funciones del personal para que no fuera necesario un número tan grande de empleados que, en algunos casos, realizaba funciones mínimas. Además, eliminamos el sueldo del director, que era elevadísimo, y el de la gobernanta, y esas labores la llevamos a cabo, respectivamente, yo y otras dos personas a coste cero. En definitiva, hemos suprimido puestos y hemos reorganizado el personal. Al mismo tiempo se han subido las cuotas de los socios y se han gestionado correctamente las subvenciones. Porque, ¿quién puede acceder a subvenciones más altas? Aquellas entidades que tienen una economía sana y cash, aquellos que tienen dinero en su cuenta. ¿Por qué? Porque muchas subvenciones no se abonan sobre la marcha, sino que tú realizas el gasto, lo justificas y luego lo cobras”, subraya el presidente de Afanas.

José Javier Díaz se muestra orgulloso de haber conseguido sanear las cuentas de la entidad y recita una frase de San Francisco de Asís que resume su sentir sobre esta gesta. “Se empieza haciendo lo necesario, después lo que es posible y de repente estás haciendo lo imposible. Nosotros no pensábamos que pudiésemos llegar a quitar la deuda”, reconoce.

Se trata, al fin y al cabo, de encajar las piezas de un enorme puzzle. “Otra de las acciones que llevamos a cabo fue llegar a acuerdos con proveedores con los que teníamos deudas atrasadas mediante negociaciones y quitas”, afirma José Javier.

Esa liquidez ha influido a la hora de mejorar servicios y poner en marcha proyectos que redundan en el bienestar de los alumnos del centro. “Hemos reducido las rutas en autobús y hemos conseguido que nuestros familiares no pasen más de 45 minutos en los autocares, que es lo que contempla la normativa. Cambiamos un autobús que ya era viejo y compramos dos más”.

Y es que Afanas recoge de lunes a viernes a usuarios en las localidades de Barbate, Vejer, Conil, Chiclana, San Fernando, Puerto Real y Cádiz capital.

Más cambios realizados en la entidad. Se ha renovado el 85% del mobiliario; se ha comprado nueva lencería de cama y de baño; se ha comprado maquinaria nueva; se han modernizado y adaptado los cuartos de baño; han pasado a contar con 120 splits de aire acondicionado y 50 cámaras de seguridad; se ha mejorado la alimentación; se ha pintado el suelo del patio; se han rehabilitado talleres y aulas; se ha adquirido vestuario para los empleados; se han sustituido las ventanas por otras más eficientes energéticamente; se va a montar un escenario homologado en el salón de actos...

Servicios que ofrece el centro

Afanas Cádiz ocupa un enorme edificio de más de 6.000 metros cuadrados en la calle José Cadalso. Allí, 350 usuarios y 150 trabajadores comparten espacio, aunque la asociación también dispone de un local en el centro municipal Hermanas Mirabal, donde se encuentra el Centro de Atención Infantil Temprana, que atiende a bebés de cero a tres años.

En el edificio de la Barriada de La Paz está el colegio de Educación Especial ‘Constitución 1812’, dirigido a niños y jóvenes de tres a 21 años. Al cumplir esta edad los alumnos tienen dos posibilidades, explica José Javier Díaz: “Si la discapacidad es elevada o necesita de atención más especializada van a la Unidad de Día; y si la persona es autónoma, acude al Centro Ocupacional, donde hay talleres de Corte y Confección; Carpintería; Herrería; Abalorios; Pintura... Tenemos en total 15 talleres”.

Afanas ofrece más servicios. “Tenemos también una residencia donde viven algunos usuarios las 24 horas del día durante todo el año. Esa es su casa y ahí es donde hacen su vida. Además, también contamos con un Centro Especial de Empleo en Chiclana con dos monitores y en el que están trabajando seis personas con discapacidad llevando el 33% de las labores de jardinería de esta localidad”, mantiene el presidente de la asociación.

Todo un engranaje, difícil de mantener y en el que suelen aparecen grietas. “El 85% de nuestra financiación procede, principalmente, de la Junta de Andalucía. Necesitamos que se revisen las ratios y la atención al discapacitado, que es una asignatura pendiente de las administraciones en general. Cada vez hay más usuarios del sector del autismo y de parálisis cerebral y menos con Síndrome de Down. Eso está generando que haya gente con menos autonomía y haga falta más personal para atenderlos. Además, se van haciendo mayores y tienen trastornos como el resto de la población: demencia, Alzheimer o problemas físicos típicos de la edad. Creo que las administraciones deberían darle una pensada y en el tema de las ratios incrementar el número de profesionales, así como aumentar la financiación”, manifiesta José Javier.

Una financiación que, al fin y al cabo, revierte en una atención más especializada. “Hay colegios ordinarios que están decreciendo en cuanto a matrículas pero nosotros este año contaremos con ocho alumnos más. En Afanas intentamos que tengan un servicio más integral. Queremos que aprendan pero que también puedan desarrollar una vida social. Aquí van dos días a la semana a la piscina, salen a comer, hacen visitas, acuden a los centros comerciales, almuerzan todos juntos en el mismo comedor... En definitiva, tienen una vida”, concluye el presidente de la entidad.