La cantante inglesa Amy Winehouse explica cómo se organiza para acudir a las barbacoas del Trofeo Carranza: ponen un euro cada uno y se compran una barbacoa nueva, porque como le da mucha pereza llevársela por la mañana, prefiere dejarla en la playa. No le hace falta ni ir a por churros porque en su moño le caben muchas cosas, confiesa a una reportera.

Este video que se puede ver en el portal Youtube es, claro, un montaje, por cierto muy bien hecho, en el que no sólo Winehouse habla de las barbacoas: Enrique Iglesias dice bajar a la Victoria con zapatos de tacón, Paris Hilton está traumatizada por no haber ido con Lady Gaga el pasado año y David Hasselhoff se queda dormido al volante del coche fantástico tras la fiesta.

Pero hay más videos de las barbacoas, reales, algunos de cuyos protagonistas recuerdan a Amy en sus peores momentos. "María del Mar no se acuerda ni de su nombre y Cristian se cree que se llama Pedro", explica la muchacha que graba mientras enfoca a sus dos amigos, que en estos momentos cantan algo en algún idioma de nueva creación. En ese video de nueve minutos, esa pandilla, al parecer de San Fernando, no para de cantar. Desde Camarón al My humps de Black Eyed Peas que entona una muchacha, emulando así sin saberlo a una tal Martita que, en el mismo sitio, en la misma fiesta y con similar cantidad de alcohol en sangre destrozaba el mismo estribillo.

La cámara tuvo que superar algunos problemas para inmortalizar a sus amigos ("¡Qué me ha entrado arena en el culo¡", exclama en un momento dado), pero contaba con todo su beneplácito. Uno de los candidatos al próximo casting de Operación Triunfo le pregunta en un par de veces si lo estaba grabando bien.

Los vídeos -y también los montajes con fotos- van desde las primeras horas de la noche hasta el día. Los hay generales en los que se puede ver la cantidad de gente que se acumulaba en la playa la noche del sábado 15, otros en los que se ve una misma batucada y los fuegos artificales, muchos en los que se escucha lo de "alcohol, alcohol, alcohol..." y otros inclasificables.

En esta última categoría está el llamado "Mortal Grifa", que tiene dos partes. En la primera están cuatro amigos (uno de ellos durmiendo mientras otro asegura que está "to borracho, me da igual, paso del mundo") en los alrededores de la estación de San Severiano, ya de recogida. Observan que hay un hombre, no precisamente sobrio, que exclama al fondo "¡Por una España medieval!" pero la cámara no tiene zoom y no le pueden grabar todo lo bien que querrían. Hablan de ofrecerle lo que les queda de una botella para ver si hace kung fu. En el siguiente vídeo se ve que lo han convencido e intenta enseñar a uno de los jóvenes artes marciales. La escena tiene como público la cola para acceder a la estación. Lo de hacer una llave de kung fu en el estado en el que iba el hombre tampoco era tan fácil, y en un impulso por poco acaba en la carretera. Se escucha reir a carcajadas a los autores de esta joya cinematográfica.