Hace algo más de dos años, el delegado del Estado en la Zona Franca de Cádiz, Fran González, trasladó a la Sepides, empresa pública propietaria del suelo de Navalips, la urgente necesidad de replantear los usos de esa parcela, estratégicamente situada entre la trama residencial de Cádiz y su mermada zona industrial, y que estaba sin uso alguno desde hacía quince años.

Tras dos intensos años de reuniones, negociaciones, implicación del Ayuntamiento y sondeo entre los propietarios de solares de ese entorno, se cerró la operación urbanística anunciada hace pocos días con toda la fanfarria posible y la presencia de la ministra María Jesús Montero.

Al final ha primado la filosofía defendida por la Zona Franca y que tiene en Incubazul su mejor ejemplo: impulso público, con un complejo vanguardista dedicado a la nueva economía y completado todo con equipamientos de uso ciudadano de la mano privada.

Así nace y se pinta en Navalips, en una superficie de 80.000 metros cuadrados que es la que tiene según el PGOU esta unidad de ejecución, el proyecto para levantar más de 800 pisos, áreas comerciales y una extensa zona verde.

Presentado sobre el papel, ahora comienza el proceso para hacerlo realidad. Aquí, Fran González, con experiencia en la política local tras su etapa en el Ayuntamiento de Cádiz como concejal del PSOE, es sabedor de la desilusión que provoca en la ciudadanía los compromisos nunca ejecutados o dilatados en el tiempo. Por eso, ahora quiere un ritmo que sea imparable.

Por lo pronto, en la semana entrante ya tiene prevista una reunión en Madrid, acompañado por el director técnico del Consorcio, para agilizar todo el papeleo necesario para la elaboración de un PERI, Plan Especial de Reforma Interior, que será el atajo administrativo que evitará una modificación del PGOU, adelantando muchos meses de gestión.

Lo cierto es que el PERI aún necesitará su tiempo de cocción, unos 18 meses, pero durante el mismo se pretende ir trabajando en la urbanización del suelo que ya está en manos del Consorcio y la Sepides: el terreno de Navalips y la parcela del antiguo Súper Cádiz. En este caso, 20.000 metros cuadrados que se irán adelantando en su urbanización.

En todo caso González se muestra cauto a la hora de poner fechas para las primeras promociones y el número de viviendas de esta misma fase, “aunque contar con los terrenos nos permitirá ir a buen ritmo. Contar con la urbanización y reparcelación de estos 20.000 metros nos facilitará la licitación de los primeros edificios”.

Finalmente, los ajuste de los números han permitido aumentar en 7.500 los metros cuadrados de superficie residencial y 8.600 la destinada a vivienda protegida, además de los más de 8.000 metros cuadrados para parque urbano. Los edificios residenciales, sin descartar la llegada de algún hotel, no superarán la altura de la Torre D´Arenas, que se levanta en una de las esquinas de la Glorieta de la Zona Franca.

Igualmente, en las negociaciones con los propietarios de empresas ubicadas en el suelo de esta unidad de ejecución, no se descarta el traslado de estas firmas a los bajos de algunos de esos edificios, reubicándolos en otras dependencias de la Zona Franca mientras que se levantan los inmuebles.

Destaca Fran González que el desarrollo de esta operación inmobiliaria permitirá su conexión con el vecino barrio de Loreto y, con ello, con toda la zona residencial de la ciudad, situándose la Glorieta como punto final de las edificaciones de viviendas.