Arte

La Virgen de las Penas, viñera y contemporánea

  • Doce artistas contemporáneos reinterpretan la imagen de la Dolorosa de la Archicofradía de la Palma en una exposición que se puede contemplar en los lienzos del Mercado de Abastos

Una de las imágenes que forman parte de la exposición '¡Viñera!

Una de las imágenes que forman parte de la exposición '¡Viñera! / Germán Mesa

Si la iglesia de la Palma es “una casa más del Barrio de la Viña”, la Virgen de las Penas es percibida por los vecinos como una viñera, pero no una viñera más – ya sea madre, amiga, confidente– sino como un irrenunciable icono en la doble acepción del término, como imagen religiosa y como símbolo de una identidad. Un icono contemporáneo, tal y como han demostrado los doce artistas que han reinterpretado la visión de la Dolorosa de la archicofradía de la Palma en una exposición que no ha podido estar mejor titulara –¡Viñera!– ni mejor enclavada –los lienzos exteriores del Mercado de Abastos–.

Una muestra motivada por la Coronación de la Virgen de las Penas el próximo agosto pero impulsada por “la cercanía”, “la confianza”, que inspira una imagen que va más allá del mundo de la fe y del círculo de una cofradía para enmarcarse “en el imaginario colectivo y cultural” de todo un barrio “y de toda una ciudad”. Así lo explicaba ayer la concejala de Cultura Fiestas del Ayuntamiento de Cádiz, Lola Cazalilla, durante la inauguración de una exposición organizada por la Archicofradía de la Palma, personificada en su puesta de largo por su hermano mayor, Francisco Javier Lucero, y que está comisariada por Diego Toledo, que ya estuvo implicado (para beneficio de ambas propuestas) en la similar experiencia que se pudo ver en la Fundación Cajasol el pasado año donde la visión contemporánea sobre Las Penas la ejecutaban una serie de artistas plásticos.

Esta vez, explicaron tanto la edil como el comisario, la protagonista es la fotografía. Fotografías, en la mayoría de los casos, de un gran valor patrimonial “pues provienen de los interesantes archivos que posee la archicofradía que datan desde los años cuarenta del siglo pasado hasta la actualidad”. A partir de doce de esas imágenes –“ha sido muy complicadas seleccionarlas en un archivo tan extenso”– han trabajado los artistas invitados en esta ocasión a volcar su mirada contemporánea sobre la Virgen de las Penas “dándole siempre una total libertad creativa”, especificaba Toledo.

Francisco Javier Lucero, hermano mayor de la Archicofradía, y la concejala Lola Cazalilla, frente a la obra de Proyecto Lázaro de la colectiva '¡Viñera!'. Francisco Javier Lucero, hermano mayor de la Archicofradía, y la concejala Lola Cazalilla, frente a la obra de Proyecto Lázaro de la colectiva '¡Viñera!'.

Francisco Javier Lucero, hermano mayor de la Archicofradía, y la concejala Lola Cazalilla, frente a la obra de Proyecto Lázaro de la colectiva '¡Viñera!'. / Germán Mesa

“Nos parecía muy atractivo saber cómo nos ven desde fuera, por eso hemos invitado a artistas que son ajenos al mundo de las cofradías y a la temática cofrade. Así tenemos a ilustradores, diseñadores gráfico e incluso una tatuadora. Y la verdad que nos apetecía mucho acercar la imagen de la Virgen a la gente pero con la visión de la gente que no es cofrade porque pensamos que esta realidad es global y tiene que estar perfectamente contextualizada con su tiempo y con su momento”, argumentaba el comisario que lanzó el invite a Agustín Israel, Ángel Cintado, Antonio Jaén Sánchez, José Jiménez Jiménez, Marina Ortiz, Minerva García, Moraglez, Pablo Aguirre, Proyecto Lázaro, Rafael Beltrán, Santi León y Víctor González Felices para trabajar sobre esas doce fotografías de los archivos de la Archicofradía de la Palma. “Crear algo nuevo a partir de algo ya existente y para integrarse, además, en el centro de la ciudad 24 horas disponible”, dice. Y el resultado no ha podido ser más sorprendente.

Así desde la imagen más antigua de la advocación, de los años 40, reenmarcada en una fotografía Polaroid, hasta la imagen del año 2017 transformada por Rafael Beltrán (él sí, miembro de la cofradía), ¡Viñera! rescata, retrata y reinterpreta a la Virgen de las Penas rememorando momentos como la visita que hizo a los vecinos en pandemia (una imagen en blanco y negro donde el color sólo lo pone el manto azul de la efigie) o el collage sobre la bendición del azulejo en la plaza de Pinto del año 1966 en el que su autor, Santi León, utiliza además diferentes retazos de otras fotografías del archivo que nos devuelve al antiguo barrio, al igual que en el trabajo de Víctor González Felices se transparenta otra de esas imágenes de la calle de la Palma de mediados del siglo XX. “Y quizás la guinda, el caramelito, de esta exposición es la firma de Proyecto Lázaro, que yo tenía mucho interés en que participara, y le puse por delante un reportaje de Fernán de los años 70 para motivarlo”, reconoce el comisario que ha logrado, como dice el hermano mayor de la Archicofradía, “emocionarnos”.

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