Cádiz

La Viña está ya a punto de convertirse en el barrio con menos habitantes de Cádiz

Una calle solitaria en el casco antigua, con una viandante.

Una calle solitaria en el casco antigua, con una viandante. / Lourdes de Vicente

El barrio de La Viña está sufriendo dos bruscos contrastes en su día a día. Por una parte, se ha convertido en una de las zonas de la ciudad donde el precio de la vivienda está sufriendo un incremento mayor, al ponerse de moda para muchas familias que buscan aquí una segunda residencia y por el efecto de la proliferación de los pisos turísticos; por otra, está experimentando una importante pérdida de población que se está incrementando en los últimos años.

El descenso de habitantes residentes en este barrio va, porcentualmente, casi en paralelo al resto de intramuros, pero basta que acumule varios puntos más a la baja para llegar a cifras que ya se pueden considerar preocupantes.

El último padrón oficial, recién publicado y con fecha de referencia del 1 de enero de 2023, dejaba a La Viña con 4.032 habitantes. En apenas una década, desde 2013 cuando contaba con un censo de 5.116 vecinos, el barrio se ha dejado por el camino al 21,1% de su población.

El descenso ha sido tan acusado que está a punto de convertirse en el barrio menos poblado de la ciudad.

Este puesto lo ocupa desde hace años la zona comprendida entre Santa María y el Pópulo, que ahora cuentan con 3.633 residentes. Aunque es un dato también evidentemente bajo, la pérdida de habitantes ha sido sustancialmente menor que en La Viña en esta última década, afectando al 9% de la población.

El Mentidero y su entorno es el área que acumula un mayor número de habitantes, con 6.442, lo que supone incluso una leve subida de 13 vecinos respecto a hace una década, aunque a la vez se baje respecto a los 6.519 que se tenía en 2022.

Con todo, el casco antiguo se queda en 34.349 habitantes según el último padrón, en la que es la cifra más baja desde que existen estadísticas oficiales. En 1700, hace más de tres siglos, se contaron 41.000 vecinos y en 1787, en plena expansión económica de Cádiz, se llegaron a los 71.080. Hay que tener en cuenta en esta época la ciudad vivía rodeada por las murallas por lo que en extramuros apenas se levantaba alguna granja.

El descenso de la población en el casco histórico es continuado desde que en los años 50 del pasado comenzó la expansión de Puerta Tierra. La zona moderna alcanzó su cifra récord en 1991, con 98.923 vecinos, casi 20.000 más que actualmente.

El chabolismo vertical en el casco antiguo

El colapso de la población en intramuros, con la proliferación de la infravivienda y el hacinamiento de miles de familias en lo que se calificó como “chabolismo vertical”, se redujo al mínimo no solo por este trasvase de población a los extramuros y a otras poblaciones de la Bahía, si no también por el efecto beneficioso que tuvo el desarrollo del Plan Integral del Casco Antiguo.

Iniciado en 1999 por la Junta de Andalucía, con el apoyo del Ayuntamiento, el proyecto tenía como finalidad eliminar la infravivienda y rehabilitar todo el parque de pisos de la zona. Aunque no llegó a completarse sí supuso una mejora radical en la calidad de vida de los vecinos.

Este proceso eliminó unidades de viviendas en mal estado. El efecto provocó una reducción lógica de la población, a la vez que regeneró zonas como el Pópulo gracias al Plan Urban, atrayendo a algunas familias jóvenes.

Con todo, los 34.349 vecinos que están ahora empadronados en el escaso kilómetro cuadrado que tiene el casco histórico, suponen un 25,1% menos de los que estaban censados a principios de este siglo, con 45.905 personas.

En el mismo periodo de tiempo el conjunto de la ciudad pasó de 140.061 residentes a 111.811, un 20,1% menos lo que índica que la pérdida de población que soporta la capital desde mediados de los 90 del siglo pasado se está cebando con especial fuerza con intramuros, aunque el descenso se hace concentrado más en el principio de este proceso.

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