Cádiz

El reto de sustituir los 15.000 metros del cableado que unen las Torres de la Bahía de Cádiz

José Maria Díaz Mancha, a la izquierda, y Juan Damas Sosa muestran el cableado

José Maria Díaz Mancha, a la izquierda, y Juan Damas Sosa muestran el cableado / Julio González

Las torres que dibujan el cielo de la bahía de Cádiz protagonizarán en los próximos días un reto histórico: la sustitución de todo su tendido eléctrico de Cádiz a Puerto Real a 150 metros de altura. Seis cables de alta tensión que suponen un total de 14.928 metros, en una intervención que afrontarán y seguirán muy de cerca un total de 30 técnicos especializados. 

Cada 40 años la vida útil del cable llega a su fin y se repite esta actuación que conlleva parejo un ambicioso protocolo de seguridad debido a la imponente altura a la que se acometen estos trabajos que asume Endesa por una partida presupuestaria que supera los 700.000 euros, y que se prolongará durante aproximadamente un mes. Fue en 1981 cuando se hizo por última vez, y ahora toca revivir esta experiencia a lo largo y alto de las torres eléctricas más altas de España que fueron diseñadas por Alberto Toscano y construidas entre 1955 y 1961 bajo la supervisión y dirección de Remo Scalla. El símbolo indiscutible de una tierra que se ve de lejos y se siente cerca, cuando en la distancia se divisa esta elegante gigante de hierro de 510 toneladas.

De explicar esta imponente intervención en las instalaciones del Complejo Deportivo Puerto Elcano, con la privilegiada vista de estos dos iconos de ingeniería, se ha encargado José María Díaz Mancha, el responsable de Alta Tensión de Endesa en Andalucía y Extremadura y coordinador de estos trabajos. "LLevamos un año y medio preparando este proyecto" cuya particularidad no reside solo en "los 150 metros de altura de las torres, sino la tensión que permite tenerlas conectadas para poder trabajar sobre ellas". Y es que para afrontar el proyecto sin dejar de suministrar electricidad es necesario habilitar maquinaria capaz de resistir hasta 12.000 kilos de tensión. Concretó de esta forma que existen dos tipos de torres, "las que aguantan el peso y las que aguantan la tensión, y las torres de la Bahía aguantan el peso, por lo que la tensión la aguantan los dos pórticos que están junto a ellas, una en Cádiz y otra en Puerto Real".

Dos fases y un mes de trabajo

José María Díaz Mancha desgranó el proceso que se llevará a cabo a lo largo del próximo mes en colaboración con Autoridad Portuaria, "aunque dependerá también de la climatología" y la propia carga de trabajo. Se hará de manera "que siempre tengamos una línea de servicio para garantizar el suministro de Cádiz y en los tres conductores". 

En concreto, las torres están conectadas por dos circuitos de 132 kilovoltios y cada uno tiene tres cables que cruzan la Bahía con 2.488 metros de longitud de conductor. El total suman los casi 15.000 metros de cableado, cuyos trabajos de renovación se dividirán en dos fases: una por cada uno de los circuitos, de forma que mientras se sustituyen los tres cables de un circuito, el otro seguirá funcionando.

Cada cable cuenta con un pórtico, una estructura de cemento que permite tanto mantener la tensión de los cables, como conectarlos a la subestación de la que se abastece la energía. 

Para ello se instalará "una máquina que aguante dicha tensión, que permita quedarse con el cable, una estructura que aguante unas quince toneladas". El proceso para cambiar el cable es "conectar o empalmar al cable existente un cable guía y se empieza a tirar desde la máquina de tiro que estará en Puerto Real y con la máquina de freno que estará en Cádiz, en el pórtico de San José, se regula la tensión". De esta manera, añade, "el cable se irá desplazando e irá sustituyendo al original por este de guía y cuando esté completamente tendido se cambiará por el nuevo. No se hace directamente por cuestiones de peso".

Las dos máquinas ubicadas a cada lado de la Bahía contarán con unos anclajes de 8,5 toneladas capaces de resistir la tensión que ejercen los cables, un total de 1.654 metros de catenaria, que hasta los pórticos supone 2 kilómetros y medio y casi 15.000 metros de cable. 

En este proceso es importante destensar el cable, "la línea en el punto más desfavorable no puede estar nunca más bajo de 50 metros por temas de navegación y se bajará hasta 15 metros, por lo que se cortara el tráfico marítimo cuando corresponda".

Además, puntualizó, se colocarán poleas, por donde discurrirá el cable de sustitución y el cable final, tras haber quitado cada una delas cadenas de aisladores y los amortiguadores de cada cable a esta altura, "que permiten superar las vibraciones provocadas por el viento".

El cable que se utilizará, que ha sido construido por la empresa navarra Trefinasa y que también se ha presentado en rueda de prensa "lleva una aleación especial", con un centro de acero diseñado en forma estrella y aluminio que lo cubre. Todos los materiales son fabricados en España  y la empresa que ejecutará los trabajos será la entidad andaluza AMETEL, que ejecutará las obras. 

En cuanto a los tiempos, la operación se irá repitiendo con cada uno de los cables, cuya sustitución total estimada será entre 5 y 6 días por cable, por lo que si las condiciones meteorológicas lo permite, tendría que estar finiquitado antes de que concluya noviembre. 

Una vez que esta actuación alcance su final, parte del cable antiguo será analizado por un equipo de expertos, que extraerán información útil de cara al futuro para la empresa, no sólo a la hora de sustituir de nuevo, sino como elemento referente de construcción y funcionamiento en las universidades de ingeniería. 

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