A diez días de la Resurrección y los palcos de Cádiz, todavía puestos

Los hosteleros y comerciantes de las plazas de la Catedral y Palillero, molestos porque las estructuras les resta espacio para ubicar sus mesas

Terrazas cronometradas: ¿llegará a los bares de Cádiz esta polémica medida?

Los palcos de Palillero siguen también montados, diez días después del final de la Semana Santa.
Los palcos de Palillero siguen también montados, diez días después del final de la Semana Santa. / Lourdes De Vicente

Diez días después del Domingo de Resurrección y once después de que pasara la última procesión por la carrera oficial, los palcos de Semana Santa permanecen aún instalados tanto en la plaza de la Catedral como en la del Palillero.

Esta situación está provocando ya un cierto malestar entre los comerciantes y hosteleros de ambas localizaciones, ya que están ocupando un espacio que ya debería estar más que liberado para el uso habitual.

Los bares y heladerías están colocando sus sillas en lugares de paso para los peatones

Este martes coincidieron dos cruceros de lujo en la ciudad, y esto se hizo evidente en la presencia de un gran número de turistas por las calles y plazas de la ciudad, dejándose ver en los bares y restaurantes.

Desde la heladería Narigoni, ubicada en la plaza de la Catedral, afirmaban que la presencia de los palcos estaba ya provocándoles molestias y pérdidas, ya que ellos, conjuntamente con los Cien Montaditos, cuentan habitualmente con un total de 20 mesas y ahora, mientras que los palcos permanezcan montados, se quedan con seis mesas menos, lo que se nota ya en la ocupación del local.

Los turistas llenaban a mediodía los bares de la plaza de la Catedral.
Los turistas llenaban a mediodía los bares de la plaza de la Catedral. / D.C.

Y algo parecido decían los empleados de Tapas y Vinos, que insistían en que no sólo les obliga a tener menos mesas sino que se les hace imposible mantener las distancias de seguridad “a las que nos obligan los señores Kichi y Vila”.

En la heladería Dessyrella confiesan que tienen dos mesas menos de lo habitual pero que, lo peor, es que están ubicando las mesas en zonas que habitualmente están desalojadas y dedicadas en exclusiva para el paso de los peatones. En el Palillero no hay hostelería pero la presencia de los palcos, que coincide, además, con una obra, resta mucho espacio en la plaza, con el consiguiente malestar para comercios como Sfera, Primor o Druni.

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