No han pasado ni 24 horas desde que comenzaran a sonar los villancicos por las calles del centro y algunos vecinos de Cádiz se empiezan a quejar por el hilo musical que la Asociación Cádiz Centro Comercial ha instalado en varias de las vías más comerciales de la ciudad.

Rafael, un vecino de la calle Compañía, asegura que "el problema no es tanto el horario como el volumen. La calle Compañía es estrecha y los altavoces, colocados a pocos metros de las fachadas, meten la música en el interior de las viviendas. Parece que vivo dentro del concurso La Voz", relata. "Además, no hay sólo villancicos y canciones de Navidad, también se escucha Carnaval", añadía.

El hilo musical ha sido una medida preparada por el Asociación Cádiz Centro Comercial para animar las ventas durante la campaña de Navidad. La entidad ha incluido este año este servicio (algo que ya se hizo hace unas décadas) en varias de las calles más comerciales del centro, como son Compañía, Columela, Novena, Ancha y San Francisco junto a la plaza de las Flores. La música comenzó a sonar este jueves, de 18:00 a 22:00 horas, en su inauguración, y este viernes 8 de diciembre lo hizo a las 11:00 horas.

La presión acústica y visual de vivir en el centro de Cádiz

La celebración de eventos y actuaciones al aire libre suele ser motivo de queja de los vecinos, especialmente de aquellos que viven en el casco antiguo de la ciudad y en calles estrechas, donde los mismos edificios hacen de altavoz al ruido de la calle. La plaza de Las Flores, por ejemplo, suele ser lugar de paso tanto de turistas como de actuaciones callejeras que amplifican su música sin aparente control perjudicando a los gaditanos que viven en la zona, algunos de los cuales llegan incluso a modificar sus hábitos normales de vida en épocas como el verano, más propicias a tener los balcones y las ventanas abiertas para airear la vivienda.

Pero ya no es sólo el ruido en sí. El uso, y a veces abuso, de determinadas plazas especialmente para la colocación de todo tipo de instalaciones (mercados navideños, árbol de Navidad, una pista de hielo, puestos de madera, palcos en Semana Santa...) unido a las terrazas de bares y restaurantes puede llevar a la saturación de los vecinos de la zona.

La transformación del actual muelle de contenedores en un espacio de ocio, comercio y paseo para los gaditanos, podría llegar a relajar la vida de los ciudadanos del centro de la ciudad. El problema es que el proyecto podría alargarse varios años, años en los que los gaditanos de Cádiz tendrán que seguir conviviendo con estos inconvenientes. O no.

Hace unos días, vecinos de la ciudad de Ocaña, en Toledo, cansados de aguantar el ruido que se producía en sus calles por la celebración de todo tipo de fiestas, decidieron interponer un denuncia que acabó con la orden judicial del Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 1 de Toledo en la que se impidía la celebración de eventos festivos y musicales de cualquier índole (relativos a conciertos y actividades multitudinarias con música y sonido que exceda de los límites ordinarios), incluidas las fiestas patronales, en la Plaza Mayor, el principal recinto de esta localidad. Sí se podrán hacer actividades culturales siempre respetando la normativa del ruido.

Tras dictar el juzgado estas medidas cautelares, el Ayuntamiento de Ocaña optó por suspender los actos de la programación de Navidad que ya estaban previstos en esta plaza, pendiente de reubicarlo fuera de ella.