El 24 de septiembre de 2016 fue organizado un acto en el hotel Las Cortes de Cádiz por la Asociación Hispania Cronos en la que se iba a presentar el libro titulado José Antonio: El hombre que todos convirtieron en mito, en homenaje al fundador de la Falange. Varias personas, simpatizantes y miembros del colectivo Brigadas Amarillas, de ideología de extrema izquierda, se reunieron en las inmediaciones del hotel, concretamente en la plaza de Mina, y con un plan preconcebido acudieron al mismo a reventar el acto que se realizaba. Uno de los miembros de Brigadas Amarillas llegó a golpear a uno de los asistentes, provocando la reacción de algunos de los presentes para impedir que continuara la agresión. Al momento se desencadenaron unos incidentes graves cuando llegaron varios miembros de Brigadas Amarillas y, con una actitud muy agresiva, comenzaron a proferir insultos y amenazas de índole político a los asistentes, dando puñetazos y patadas a los asistentes y arrojando toda clase de objetos, desde bicicletas hasta botellas, llegando incluso a arrancar una señal de tráfico con intención de lanzarla contra los asistentes. La llegada de la Policía impidió que la trifulca fuera a más, huyendo los asaltantes, lo que no impidió que los agentes los reconocieran. Esto y las grabaciones de las cámaras de seguridad provocó que ocho de ellos fueron perfectamente identificados y que pocos días después fueran detenidos y puestos a disposición judicial.

Ahora, varios años después, la justicia ha condenado a cada uno de los ocho arrestados de este colectivo, entre los que hay algún miembro histórico de Brigadas Amarillas, a un año de prisión por delito de coacciones con la agravante de Motivación Ideológica y orden de alejamiento contra una de las víctimas que fue agredida. A su vez, todos han sido condenados a dos delitos leves de lesiones, por lo que se les ha impuesto la pena de un mes de multa a razón de 5 euros al día por cada uno de los delitos. También se les impone una multa de 5 euros al día durante un mes por un delito leve de maltrato de obra. A uno de ellos además se le condena como autor de un delito de conducción temeraria a la pena de un año de privación del permiso de conducir y seis meses de prisión. Y a todos ellos una orden de alejamiento de año y medio sobre otra de las víctimas.

Igualmente, se les condena a pagar la responsabilidad civil solidaria consistente en: a pagar 1.500€ a una de las victimas, asistente al acto, 420 euros a un policía; a pagar al Ayuntamiento la cantidad de 189,06€ por el destrozo de una señal de trafico y a pagar las costas de los letrados de las acusaciones particulares. Los acusados han pagado parte de la responsabilidad civil, aplicándosele una atenuante de reparación del daño. La acusación particular de dos de las víctimas ha sido ejercida por los abogados Serafín Moreno y Ángel Rovira.