Desde la mañana del pasado viernes los dirigentes socialistas gaditanos han añadido un nuevo problema a los que se les viene acumulando desde hace unas semanas. La que iba a ser su gran obra para Cádiz, el proyecto que avanzaba con agilidad para convertirse en el emblema de la modernidad de la Bahía: el segundo puente, puede ralentizar su ritmo de ejecución o, lo que es peor, paralizar totalmente los trabajos de ejecución.

La noticia adelantada por Diario de Cádiz en su edición del pasado viernes cayó como un jarro de agua fría entre los dirigentes socialistas, muchos de los cuales conocieron estos problemas y la amenaza de parón por parte de Dragados, adjudicataria de la obra, a través de lo publicado por este periódico.

Con la noticia ya en la calle la consigna general fue la de silencio, especialmente ante la dificultad de buscar una razón lógica a la paralización de los trabajos, previstos a partir del próximo martes.

Sin embargo, destacados militantes socialistas consultados por este diario trasladaron lo que en su mayoría consideraron como "extrema preocupación". Preocupación, primero, por la incidencia en la obra más vendida por las administraciones socialistas, con una inversión de 300 millones de euros; y preocupación, después, por el nuevo "palo" que para sus expectativas electorales podía tener si la ciudadanía une a los proyectos aún no iniciados como la Ciudad de la Justicia o el Hospital Regional la paralización total o parcial del tercer acceso a la capital.

De la misma forma, los socialistas se muestran cautos al valorar la postura de Dragados, aunque algunos no dudan en afirmar que todo se debe a una presión ante el Ministerio de Fomento. "En cuanto cobren los millones que se les adeuda (entre 12 y 20 millones de euros), vuelven a las obras con rapidez", lamentando en todo caso una actitud de este tipo de una compañía "que mueve cada año cientos de millones". En este mismo sentido se manifestó ayer el alcalde de Puerto Real, José Antonio Barroso, que afirmó, en declaraciones a Radio Cádiz, que todo se debía a una "presión" de la multinacional de la construcción, que forma parte del grupo ACS y reclamó que ésta pague a su vez a las subcontratas que trabajan para ella con la misma rapidez con la que pide el dinero al Ministerio de Fomento.

Mientras que todo es preocupación en las filas del PSOE gaditano, desde el Partido Popular, que gobierna el Ayuntamiento, también se expresa un profundo pesar por las malas noticias que llegan desde las obras del segundo puente.

"Más allá del hipotético beneficio electoral que este tema puede suponer, para nosotros es sustancialmente más importante que una obra tan esencial para Cádiz esté concluida en los plazos previstos porque beneficia más para la ciudad". Estas mismas fuentes destacan que la obra avanza a muy buen ritmo por lo que sería "muy grave" que se paralicen los trabajos "ya que ello podría afectar a lo ya ejecutado".

Frente a la postura que mantenga Dragados durante los próximos días, lo cierto es que el proyecto se va a ver afectado por el plan de recortes que en las inversiones del Ministerio de Fomento ha aprobado el Gobierno. Cómo afectará este recorte a las obras se sabrá en apenas unos días, pero sí se asume que el segundo puente no podrá estar terminado en las fechas previstas (el último trimestre de 2011) y siempre con la premisa de que los problemas con Dragados se solventen.

El titular de Fomento, José Blanco, anunció que los retrasos afectarán entre uno y doce meses a los calendarios de las obras afectadas. El Ministerio ha situado en primer lugar a los problemas de carreteras, seguidos por los del ferrocarril y en último lugar a los trabajos que se ejecutan en los aeropuertos, por cuanto las infraestructuras portuarias se ejecutan y financian a través de las autoridades portuarias (por lo que se espera no se afecte al macroproyecto del muelle de levante en Cádiz). Los diputados gaditanos, especialmente Salvador de la Encina y Rafael Román, ya están presionando en Madrid para que la incidencia en el segundo puente sea mínima. El propio De la Encina ha trasladado a José Blanco la importancia de esta obra para Cádiz. Algo que, sin duda, también habrá pasado con los diputados de otras provincias.

La gran cuestión será si el segundo puente podrá estar en servicio cuando el 19 de marzo de 2012 se inaugure, con la presencia de las principales autoridades del Estado, los fastos del Bicentenario de la Constitución de 1812. Cierto que el puente no es obra esencial para este evento, pero sí debía convertirse en icono del progreso de la ciudad y su Bahía. Si no está a tiempo, el viejo Carranza tendrá que aguantar como sea la llegada de coches oficiales y de los visitantes que se esperan.

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