La llegada de los vehículos con licencia VTC de la empresa Uber a Cádiz supuso un enorme revuelo por las quejas realizadas desde el sector del taxi ante el funcionamiento de este servicio y los supuestos incumplimientos de la normativa por parte de estos automóviles. Poco a poco, la Policía Local se ha tenido que ir adaptando para controlar su funcionamiento, en un proceso que se ha ido realizando a lo largo del pasado verano. Ante las repetidas denuncias de los taxistas, el cuerpo municipal realizó hace la pasada semana una campaña de control de los VTC. Como resultado, durante una semana intensiva de vigilancia solo se han tramitado tres denuncias.

Este número tan bajo de sanciones constata que, hasta la fecha, se está cumpliendo la Ley de Ordenación del Transporte Terrestre por parte de estos vehículos. De hecho, las tres sanciones tramitadas fueron por carecer del seguro voluntario ampliado que están obligados a tener los vehículos VTC, por llevar un contrato indebidamente cumplimentado y por un estacionamiento prohibido, lo que motivó que el automóvil tuviera que ser retirado por la grúa.

Ante esto, la percepción que tiene la Policía Local, en palabras de su superintendente jefe, Juan Manuel Padilla, es que "se observan muy pocos vehículos de VTC en la ciudad", además de constatarse que, hasta el momento, se está cumpliendo con lo que dice la normativa.

Padilla recuerda que "captar un cliente no significa estar parado con el vehículo VTC con el móvil encendido", sino que "la captación es estar parados a menos de 100 metros del puerto, la estación de tren, el hospital o los centros comerciales, o recoger a un cliente sin contrato”.

Con todo, la Policía Local mantendrá los controles a los vehículos VTC para que cumplan con la ley.