Cádiz

Nueva campaña municipal para buscar a residentes no empadronados en la ciudad

  • Casos de divorcios y la existencia de una segunda residencia en otra localidad, motivos de muchos de los fraudes que se detectan

El Ayuntamiento ha iniciado este mes de septiembre una campaña con la que intenta aclarar el número de habitantes que de verdad residen en Cádiz, ya que desde hace años viene rechaza las cifras oficiales que aporta el Instituto Nacional de Estadística. Hace unos años realizó una fuerte inversión económica para elaborar un censo paralelo al del INE, aunque no consiguió los resultados que esperaba.

En esta ocasión ha comenzado a trabajar un agente del empadronamiento con la misión de comprobar la exactitud de los datos existentes, a la vez que se investigará la situación de los residentes en las viviendas públicas y, en especial, en las de propiedad de la Junta de Andalucía, administración a la que se ha reclamado en numerosas ocasiones, sin éxito, los datos de sus inquilinos para comprobar que están empadronadas en Cádiz todos los que viven en estas casas.

En el análisis previo de las estadísticas y de lo realizado en estos días están saliendo a la luz algunas picarescas, según destaca el teniente de alcalde José Blas Fernández. Así se están detectando casos de personas que aún viviendo en Cádiz se empadronan en Madrid "porque allí no se paga el impuesto de Patrimonio". Son siempre personas mayores y con un alto nivel de ingresos. En determinadas zonas de la ciudad se han localizado ya varias decenas de casos similares.

La acción preferida en todo caso sigue siendo la de empadronarse en la localidad donde se tiene una segunda residencia, aunque se viva en la capital. "En estos casos se empadronan como si fuese la primera residencia para así conseguir beneficios fiscales al estar normalmente esta casa hipotecada", por lo que ciudades donde abundan estos chalés, como Chiclana, se acaban beneficiando de esta situación.

Los problemas conyugales también se están haciendo notar en el empadronamiento. "Hemos encontrado casos de que el miembro de la pareja que está en proceso de separación o divorcio y que tiene la vivienda a su nombre, da de baja a su esposo o esposa como forma de ataque en el proceso judicial", destaca el edil. Igualmente hay defectos en el empadronamiento de ciudadanos extranjeros no comunitarios que cuentan inicialmente con una autorización de residencia no permanente "y que cuando no se renueva, dándose de baja de forma automática en el padrón municipal, siguen viviendo aquí, en muchos casos dedicándose al cuidado de personas mayores".

Más allá de elevar la población a cifras que el gobierno local considera razonables para la ciudad, teniendo en cuenta que la densidad es una de las más elevadas de las 8.000 localidades existentes en el país por lo reducido de su término municipal, lo que se busca en primer término es saber con seguridad el número de residentes en la capital, pues todo ello tiene una incidencia muy importante en la economía de la ciudad.

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