Cádiz

"¿Nadie va a poner una denuncia por su pérdida?"

José Antonio Barrio, el ingeniero técnico agrícola que el pasado 22 de enero ya alertó a través de una misiva al Ayuntamiento de Cádiz sobre la "preocupante inclinación" del drago, formulaba ayer una pregunta: "¿Nadie va a poner una denuncia por la pérdida del histórico drago? Yo no me puedo meter en un pleito porque no tengo dinero, pero alguien o algún colectivo debería hacerlo. Algún responsable debe pagar por ello".

El grupo ecologista Agadén tiene previsto reunirse en esta misma semana y abordar el asunto con la intención de decidir si emprenden acciones legales, como manifestaron ayer fuentes de esta organización a este periódico. Igualmente, el portavoz de Ecologistas en Acción Cádiz Jorge Sáez, resaltó días atrás que la pérdida de un BIC es un delito, y agregó: "Si la administración no lo hace, tendremos que ser los ciudadanos, a través de los colectivos sociales, los que hagamos algo. La posibilidad que tenemos es ir a la Fiscalía, y estamos barajando si formular una denuncia en Fiscalía o pedir una reunión para que la Fiscalía actúe de oficio".

Por otra parte, José Antonio Barrio comentó ayer que no le importaría donar el drago que tiene en el patio de su casa y que es hijo (de 12 años de edad) del ejemplar del callejón del Tinte. "En casa lo tengo en una maceta y es verdad que estos ejemplares precisan de más espacio para seguir creciendo. No me importaría donarlo si lo colocasen en un sitio adecuado y lo cuidasen como es debido", manifestó el gaditano, que culpa tanto a la Junta de Andalucía como al Ayuntamiento de Cádiz de la muerte del centenario drago. "Ha existido dejadez por parte de todos", aseveró.

Barrio no es el único que posee un drago hijo del que fue catalogado como BIC. El vicedirector de la Escuela de Arte, Juan Candón, asegura que son varios los profesores que tienen alguno, ya que años atrás recogieron semillas. Él, en concreto, posee tres de un par de años cada uno, y comenta que próximamente plantarán en el patio del nuevo centro un drago de ocho años que ha donado un docente.

Asimismo, recordó que la hermana de una profesora tiene uno de gran porte en una azotea de la ciudad y que, dado el peso del árbol, pretende desprenderse de él, por lo que plantea que se podría plantar en el callejón del Tinte.

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