El Departamento de Filología Francesa e Inglesa de la Universidad de Cádiz ha organizado para este miércoles un homenaje a Marisol Dorao, la que fuera profesora de esta institución durante muchos años y que dejó una huella imborrable en la Universidad de Cádiz.

El homenaje a Dorao, que falleció el 29 de diciembre de 2017, se va a llevar a cabo en el Aula Magna de la Facultad de Filosofía y Letras y constará de un programa muy completo.

Comenzará a las diez de la mañana con la presentación del acto por parte del rector de la Universidad de Cádiz, Eduardo González Mazo; el decano de la Facultad de Filosofía y Letras, Jacinto Espinosa; la directora del Departamento de Filología Francesa e Inglesa, Flavia Aragón Ronsano; y por su hija Belén González Dorao.

A las diez y media tendrá lugar la primera conferencia, titulada ‘Marisol Dorao y nuestra memoria’, que será impartida por Nuria Capdevila-Argüelles, de la University of Exeter.

A las doce habrá otra de María Jesús Fraga, de la Universidad Complutense y que lleva por título ‘Vidas paralelas: el impulso biográfico de Marisol Dorao’.

Tras el cóctel en el Parador Atlántico, a las cuatro y media se va a reanudar con la mesa redonda ‘Marisol Dorao entre la UCA y Buenos Aires’. Esta estará moderada por María José García Doncel e intervendrán Carmen Noya, Rafael Galán y María José Pérez Dorao. Ya a las cinco y media se procederá a realizar una lectura de cuentos.

Marisol Dorao fue una de las mujeres pioneras en la Universidad de Cádiz. Nació en el año 1930 en Madrid y aunque vivió en lugares como Málaga, Sevilla y Marruecos, su propia familia asegura que se sentía cien por cien gaditana.

Como señaló su hija Belén el día que falleció, era “una mujer luchadora, original, transgresora, que tuvo muy claro que ella quería estudiar en una época en la que las mujeres lo que tenían que hacer era casarse y tener hijos”.

A pesar de tener tres hijos en el mundo, su empeño y su esfuerzo titánico le hicieron conseguir el que era su sueño, conseguir la licenciatura en Filosofía y Letras.

Lo que dejó como legado profesional, más allá del personal con su familia y todos los que estuvieron cerca de ella, fue que descubrió a la gente una autora de cuentos infantiles como Edith Nesbit.

Pero lo que la llevó a tener un reconocimiento unánime fue el descubrimiento de dos obras inéditas de autora Elena Fortún, Celia en la revolución y Oculto sendero, que fueron presentadas en la Biblioteca Nacional. Sin embargo, Marisol Dorao no se quedó ahí, sino que posteriormente fue capaz de poner en pie toda la vida de esta escritora y consiguió publicar una biografía. Este miércoles de la que se hablará será de ella en un merecido homenaje.