El crucero Iona, perteneciente a la renovada flota de P&O Cruises, volverá al puerto de Cádiz el martes de la semana que viene, después de sufrir dos experiencias traumáticas durante un mismo trayecto que finalmente tuvieron, al menos para el pasaje y la tripulación del buque turístico sendos finales felices.

La primera de estas vivencias tuvo lugar el sábado, 21 de octubre, sobre las cinco de la tarde, cuando el buque estaba a punto de zarpar del puerto de Southampton.

Al parecer, salió ardiendo la batería de litio de un patinete alquilado de los que usan muchos pasajeros para desplazarse a lo largo y ancho de este buque, cuya eslora supera los 344. El recalentamiento y el posterior incendio provocó no sólo fuego sino una intensa humareda que se hizo más escandaloso por el hecho de encontrarse en un lugar cubierto y muy poblado.

Lo peor, según aseguraron a la prensa británica testigos presenciales, no fue el fuego sino la intensa humareda que obligó a las autoridades de a bordo a evacuar a todo el pasaje que se encontraba a en aquel momento en las salas afectadas.

El incendio no tuvo otras consecuencias más allá del susto. Al parecer hay vídeos circulando por las redes en los que se muestra a personas evacuando el atrio del barco, donde se albergan varios de los comedores del buque.

El incendio fue extinguido por los propios sistemas de detección de a bordo, lo que hizo patente su buen funcionamiento y efectividad en una situación de emergencia como la vivida a bordo del Iona.

Operación de rescate

Pero la historia va más allá, según relatan a la prensa internacional algunos pasajeros, ya que el mismo Iona y en el mismo trayecto y con los mismos turistas a bordo, se vio involucrado, tres días después del incendio, en las operaciones de búsquedas de los miembros de la tripulación desaparecidos del carguero Verity, que se había hundido tras chocar en el Mar del Norte. La colisión resultó en una víctima mortal y el rescate de dos personas del agua, aunque en el momento de suspender la búsqueda, cuatro seguían desaparecidas.

Al parecer, dos cargueros chocaron en la madrugada del martes 24 de octubre en el Mar del Norte, a 22 kilómetros de la isla alemana de Helgoland. Las cuatro personas que aún permanecen desaparecidas pertenecían a la tripulación del Verity, de 91 metros de eslora, que venía de Bremen y se dirigía a Immingham, en Gran Bretaña.

Varios barcos participaron en las labores de rescate, entre los que se encontraba el crucero Iona, propiedad de P&O Cruises, con sede en Gran Bretaña, así como un helicóptero del ejército británico.