Los cofrades del Carmen celebran desde esta tarde la novena a su titular, que este año estará predicada por el nuevo prior y párroco, el carmelita Francisco Víctor López Fernández. Desde hoy hasta el día 15, a las siete de la tarde dará comienzo el ejercicio de la novena, con la exposición del Santísimo, para una hora después celebrar la eucaristía, en la que cada día participará un coro distinto y animarán distintos grupos, cofradías o vecinos de la parroquia. En este primer día, corresponderá la animación de la misa a la cofradía del Prendimiento y al coro Rebaño de María.

Otros actos paralelos a la novena, ya tradicionales, será el rosario de la aurora que recorrerá las calles del Mentidero el próximo domingo desde las ocho de la mañana, y que estará presidido por el Simpecado de la cofradía; el besamano de la Virgen los días 13 y 14; o la felicitación a las doce de la noche del día 16, en un acto en el que participa el coro Virgen del Carmen.

Un día antes, el 15, se celebra la función principal de los cultos, en la que se impondrá el escapulario a los nuevos hermanos. Ya el día 16, festividad de la Virgen del Carmen, se celebrará misa a las nueve y media de la mañana, a las doce y media (con bendición papal y entrega de recuerdo a los hermanos que han cumplido 50 años de pertenencia a la cofradía) y a las siete de la tarde. Una hora después está prevista la salida procesional de la Virgen, que este año contará con presencia de cirios -un total de 50- en el cortejo.

Los estrenos previstos para este año son otra tanda de la nueva candelería del paso de palio y una corona de orfebrería para el Niño Jesús, que se bendecirá el 15 y que se utilizará para los cultos internos.

La que comienza hoy será la primera novena a la Virgen del Carmen tras su coronación canónica, el 22 de julio del pasado año. Precisamente, la cofradía tiene previsto celebrar también ese primer aniversario con una eucaristía el mismo día 22, en la que cantará el coro Porta Coeli, tras la cual la Virgen será trasladada a su altar, poniendo fin así a todos los actos y cultos con motivo de su festividad y de su coronación canónica.