Cádiz

Hidrógrafos de Cádiz van a la ONU a defender que España es más grande

El grupo de expertos del Instituto Hidrográfico de la Marina con sede en Cádiz

El grupo de expertos del Instituto Hidrográfico de la Marina con sede en Cádiz / Julio González

Durante siglos, los reinos conseguían ampliar sus territorios gracias a las batallas bélicas emprendidas por sus ejércitos, principalmente. En la actualidad, los estados dependen del derecho internacional y del reconocimiento de otros estados para que esa ampliación tenga vigencia. Y es en este contexto en el que España manda a su ejército a Nueva York, a la misma sede de la ONU, a reclamar que este país es más grande de lo que sale en el mapa, pero que hay una parte que la tapa el agua y no se ve a simple vista.

El ejército español está armado con una serie de argumentos técnicos y científicos que explican cómo la plataforma continental española es más grande de las doscientas millas náuticas que el derecho internacional delimita como un estándar para los países costeros. Para eso el personal del Instituto Hidrográfico de Cádiz lleva años involucrado en campañas de diferentes buques del estado para la realización de mediciones en Galicia y Canarias. Que sí, que esto llega más lejos, que las llanuras abisales quedan mucho más allá de lo que se otea desde Finisterre, ese punto que durante tanto fue considerado el fin del mundo conocido. 

Y de este modo, el Ejército español encabeza en pleno siglo XXI una campaña para ganar terreno para su país. El personal militar experto en Hidrografía lleva 17 años interpretando mediciones de profundidad desde Cádiz para la ampliación de la plataforma. Todos los datos batimétricos recogidos en las campañas in situ por el 'BIO Hespérides' son traducidos y validados en el Instituto Hidrográfico perteneciente a la Fuerza de Acción Marítima de la Flota. Solo en Galicia se han obtenido datos de profundidades de una extensión aproximada de 200.000 kilómetros cuadrados para obtener la batimetría de la zona. Y son estas las tropas enviadas a Estados Unidos a defender el territorio español, o más bien, que ese territorio es español. Para este cometido se ha reclutado al capitán de corbeta Luis Miguel Rioja, al cabo primero Eduardo Pol y al ingeniero técnico de arsenales Juan Luis Sánchez

La ONU ya está rendida a los argumentos para reconocer inicialmente que la plataforma continental española tiene unos 20.000 kilómetros cuadrados más de los estipulados anteriormente, pero la delegación española defiende que es mayor, que ronda los 45.000 kilómetros cuadrados la superficie que entra dentro de los requisitos para considerarlo de su propiedad. Así que la batalla está servida.

Para qué ampliar la plataforma continental

Esta cuestión tiene una respuesta clara y muchas incertidumbres detrás. La certeza es que el reconocimiento de ampliación de la plataforma continental supone el derecho de explotación del suelo y subsuelo de ese territorio. Eso, en el actual contexto de escasez de recursos naturales y energéticos, supone poder encontrar un filón. El grupo de expertos encargados de la ampliación del banco de Galicia tiene sospechas fundadas de que hay gas en el subsuelo de una parte de ese territorio que se reclama como propio.

Las dudas sin resolver, de momento, llegan a la hora de plantearse cómo se explotarían esos recursos. A día de hoy no se ha abierto esa puerta, pero saber que está ahí y que los derechos de explotación te pertenecen, es lo que está llevando a España y a otros tantos países a recorrer el camino de investigación y administrativo para obtener ese reconocimiento por parte de Naciones Unidas. "En esas profundidades tan grandes, hoy día no es técnicamente posible explotar gran cosa", según ilustra el director del Instituto Hidrográfico y capitán de fragata, Salvador Espinosa.

Cómo se demuestra

El capitán de corbeta Luis Miguel Rioja explica cómo los artículos 76 y 77 del Convenio de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar recogen los requisitos que deben superar los países ribereños para optar a la ampliación de su plataforma continental más allá de las doscientas millas náuticas desde la línea de costa que supone su Zona Económica Exclusiva. Básicamente se trata de quitarle terreno a las aguas internacionales, Patrimonio común de la Humanidad, para poder "explotar el suelo, subsuelo y recursos marinos vivos que sean especies sedimentarias y estén en contacto físico con el suelo" (quedan fuera los recursos pesqueros que están delimitados por una reglamentación específica).

Ilustración explicativa de los límites territoriales marítimos Ilustración explicativa de los límites territoriales marítimos

Ilustración explicativa de los límites territoriales marítimos / Instituto Hidrográfico

La guía científico-técnica publicada a raíz de este convenio pone las bases de las demostraciones que cada país debe presentar para conseguir ampliar su plataforma. Se resume en dos fórmulas que Rioja intenta sintetizar para que no nos perdamos en la explicación. La primera se basa en la distancia y reconoce como territorio propio de ese país las sesenta millas siguientes a su pie de talud. Dicho pie es el punto demostrado científicamente hasta donde llega la plataforma continental del territorio, o dicho de otro modo, el que se encuentra en la parte baja del talud que está en contacto con la llanura abisal.

La otra fórmula, más técnica, "debe demostrar que el espesor de roca sedimentaria en ese punto sea mayor del uno por ciento de la distancia al pie de talud más cercano", explica el capitán de corbeta.  Para demostrar eso se usan aspectos tanto geomorfológicos como geológicos. Las limitaciones a esas fórmulas es que no se rebasen las 350 millas a la línea de costa o las cien millas siguientes a rebasar los 2500 metros de profundidad.

Este estudio inicial sobre las mediciones de la plataforma continental, cuáles son los puntos sobre los que aplicar las fórmulas mencionadas y hasta dónde se podría reclamar ese territorio de ultramar son los principales objetivos con los que el equipo de hidrógrafos de Cádiz trabaja en esta labor de ampliación, así como la explicación y defensa ante los expertos de Naciones Unidas de todos estos argumentos científico-técnicos.

Para llegar aquí han sido necesarios "muchos días de mar", como destaca Salvador Espinosa, que recalca además que todo se ha hecho con "recursos propios institucionales". Como apunta Rioja, "hay países que no cuentan con los medios necesarios y tienen que contratar empresas para que hagan todo este trabajo". Para la ampliación de Canarias, por ejemplo, han sido necesarias nueve campañas. Cada una supone un mes y medio o dos embarcados para la recopilación de datos.

Un equipo multidisciplinar ante la ONU

Los expertos en Hidrografía que parten desde Cádiz trabajan en equipo con otros expertos en materias tan dispares como geología, minería, aspectos jurídicos y diplomáticos. El personal de la Misión Permanente de España ante Naciones Unidas, dependientes del Ministerio de Asuntos Exteriores, acompaña a la delegación que está liderada por la Comisión de Límites territoriales con Francia y Portugal del Ministerio. Además del Instituto Hidrográfico de la Armada, representan los intereses de España el Instituto de Oceanografía (IEO), el Instituto Geológico y Minero (IGME) y miembros de la Asesoría Jurídica Internacional. En total son entre siete y ocho personas las encargadas de defender los argumentos ante una subcomisión de expertos internacionales de la ONU, compuesto por otras ocho personas habitualmente. Pero para llegar ahí el proceso ha empezado mucho antes.

España ha presentado tres expedientes para ampliar su plataforma continental por varios frentes. El único que se ha resuelto hasta ahora, denominado FISU, es una amplia zona al noroeste de Galicia que se presentó en colaboración con Francia, Reino Unido e Irlanda. Con el visto bueno de la ONU, el único paso que falta es que se repartan el pastel entre esos países.

Ilustración con las zonas reclamadas para la ampliación de la plataforma continental Ilustración con las zonas reclamadas para la ampliación de la plataforma continental

Ilustración con las zonas reclamadas para la ampliación de la plataforma continental / Instituto Hidrográfico

El proceso que está actualmente en liza supone ampliar la plataforma continental en el banco de Galicia hacia el oeste. Las campañas específicas de medición se llevaron a cabo en 2005 y 2008 con el buque 'Hespérides', además de aprovechar datos de otras como las de la Zona Económica Exclusiva realizada por Defensa en los años 2001 y 2009. El expediente para reclamar el proceso de ampliación lleva años en la mesa de las Naciones Unidas, pero hasta 2019 no les han citado para presentarse ante la subcomisión. Esta semana, tras realizar el pasado octubre su quinta visita, les han contestado con la preaprobación de los primeros 20.000 kilómetros cuadrados, que intentarán ampliar durante su próxima defensa, prevista para el primer trimestre de 2023. Una comisión compuesta por 21 expertos internacionales deberán finalmente ratificar o no las reclamaciones territoriales españolas. Y ahí se verá si la delegación vuelve con el visto bueno a la plataforma continental completa en sus maletas, lo que supondría elevar su superficie unos 45.000 kilómetros cuadrados.

El último expediente en presentarse, del que aún no han tenido respuesta desde el organismo internacional, trata de ganar derechos sobre el suelo alrededor de las Islas Canarias. Sin embargo, esa batalla aún está lejos de ser librada si tenemos en cuenta los ritmos con los que trabaja la ONU y la lista de países ribereños que están intentando hacer acopio de kilómetros de superficie.

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