La carrera para ser la sede del Congreso Internacional de la Lengua Española en 2025 ha vivido esta semana un episodio que el tiempo dirá si resulta premonitorio o si es simplemente una decisión ajena a la elección final que se conocerá el año que viene en el Congreso de Arequipa. Y es que el Gobierno central ha otorgado a La Rioja ser la sede del Observatorio del Español, una institución que, de entrada, se alimentará de una inversión de cuatro millones de euros y que el Gobierno autónomo de La Rioja pretende ubicar en San Millán de la Cogolla, el histórico y singular enclave monástico considerado la cuna del español porque allí se encontraron las glosas emilianenses, las primeras palabras escritas que empezaron a sepultar el imperial latín para ir alumbrando paulatinamente el antiguo castellano. San Millán, causalidad o no, compite en la carrera por el Congreso de la Lengua junto a Cádiz y Salamanca.

Cierto es que la decisión tomada esta semana por el Gobierno de Pedro Sánchez, que parece haberle sacado la lengua a Cádiz con la designación riojana, puede que no signifique nada respecto a la sede final del Congreso, ni para un lado ni para otro. Pero a nadie se le escapa que la candidatura de San Millán, ya de por sí potente y apoyada por el grueso de su comunidad autónoma con su ejecutivo socialista a la cabeza, puede salir fortalecida con este nuevo organismo que dependerá del Ministerio de Cultura y en el que el Instituto Cervantes tendrá un relevante cometido.

En Cádiz, de momento, los responsables municipales han optado por la prudencia, quien sabe si por morderse la lengua, y apuestan por seguir trabajando en la candidatura de la capital y por continuar con la promoción y con la ruta ya prevista: una delegación municipal visitará a finales de mes Madrid y, entre otros encuentros, se reunirá con el ministro Miquel Iceta.

Es una obligación desde luego seguir apostando por la candidatura gaditana. Por seguir defendiendo la idoneidad de celebrar un congreso de tanta envergadura en la ciudad que fue puente durante tantos siglos con Iberoamérica. Puente de rutas comerciales, puente humano y cultural, pero también puente de palabras y expresiones que viajaron de una a otra orilla para enriquecer la actual lengua común.

Como es obligatorio y no puede esperar más que la candidatura de Cádiz encuentre el apoyo material –presupuestario, sí– de la Junta de Andalucía. El gobierno que salga de las urnas en una semana debe apostar por Cádiz más allá de la simple declaración institucional y de intenciones ya realizada. La candidatura de Cádiz debe ser, con todas las consecuencias y por encima de siglas, la candidatura de Andalucía. También los socialistas andaluces, los gaditanos en la Diputación ya lo han hecho, deben jugar sus cartas.

Que la decisión final favorezca a Cádiz, a Salamanca o a San Millán se sabrá el año que viene. Pero mientras, es importante remar en la misma dirección y hacer un trabajo lo más excelente posible para que, en caso de no lograr el objetivo, sirva al menos para relanzar una ciudad que necesita aire de calidad para seguir respirando.