A finales de enero la Fundación Gerón firmó con el Obispado la cesión de la gestión de la residencia geriátrica San Juan de Dios, cuyas obras entonces estaban ultimándose. Su puesta en marcha parecía cuestión de semanas, un mes a lo sumo. Pero el tiempo sigue pasando y Gerón no ha podido poner en marcha aún este equipamiento que acogerá a 128 ancianos.

La recta final del proyecto de rehabilitación del antiguo hospital y adaptación como geriátrico está siendo bastante traumática para el Obispado y los diferentes agentes implicados. Y en todo ello, Gerón aguarda en una segunda línea a que se dé solución a los conflictos para que se termine la obra y poder iniciar el proceso de apertura.

Precisamente, fuentes de la fundación han afirmado que están "en compás de espera" hasta que el Obispado y Sevimundi -la empresa constructora de la residencia- consigan dar solución al problema de impago a las empresas subcontratadas. Por lo tanto, más de ocho meses después de haber firmado con la diócesis la cesión de San Juan de Dios, Gerón sigue sin poder poner en marcha el mecanismo previo a la apertura del geriátrico.

Y es que San Juan de Dios ha rebasado ya el año y medio de retraso en la apertura conforme a los pronósticos iniciales. El proyecto de rehabilitación y reforma del edificio se cifró en 18 meses, anunciándose su puesta en marcha para febrero de 2009. Pero desde que comenzaron los trabajos han sido varios los retrasos que ha sufrido el proyecto por diferentes motivos.

Al principio fueron los descubrimientos arqueológicos los que ralentizaron el ritmo de las obras e incluso su paralización para realizar los pertinentes estudios e informes. Las lluvias también afectaron a los plazos. Y en su recta final -cuando los trabajadores aseguran que al edificio le queda una semana de obras para concluir- han sido los conflictos con los trabajadores del antiguo hospital y con las empresas subcontratadas en la obra los que mantienen paralizado el proyecto.