El pasado día 17 falleció en El Puerto, a los 84 años, Federico Ruiz Sotillo. Nacido en Brihuega (Guadalajara) en 1926, cursó el Bachiller en los Jesuitas de Areneros. Después de terminar Derecho, ingresó en la carrera judicial en el año 49, a los 23 años. Tras 15 años como juez comarcal, ascendió a magistrado en 1965, eligiendo como destino la ciudad de Cádiz, enamorado de su luz y su gente.

Ejerció como magistrado en Cádiz durante casi 30 años, siendo sus destinos magistrado de Sala, presidente de la Sección Tercera de la Audiencia Provincial y magistrado juez de Vigilancia Penitenciaria. Muy unido a la ciudad de Ceuta, por sus continuos viajes para celebrar juicios allí, fue distinguido como hijo predilecto de dicha ciudad. Entre las condecoraciones recibidas a lo largo de su extensa carrera, destaca la Cruz de San Raimundo de Peñafort, siendo el magistrado más joven en recibirla. De profundas creencias religiosas, viajaba todos los años a su ciudad natal para acompañar a la Virgen de la Peña en su procesión. Hombre piadoso, estuvo ligado muchos años a la Parroquia de la Merced en el barrio de Santamaría, donde frecuentemente ayudaba a personas con pocos recursos.

En 1990 se trasladó a vivir al El Puerto. Era frecuente verlo en el campo de golf de Vistahermosa, donde todos los días jugaba con su mujer, Pilar Sánchez, y sus amigos Pepe Palomino y Pepe Ayuso. De conversación agradable, gran inteligencia y sentido del humor, a su mujer y sus tres hijos les queda el consuelo de haber compartido su vida con un hombre respetado por todos. Un caballero a la antigua usanza.